La firma de auditoría debe dar instrucciones claras y precisas a cada uno de sus trabajadores sobre qué funciones va a desempeñar y cómo debe cumplirlas. Además, debe documentar el proceso de seguimiento de la labor ejecutada por estos, y el de los manuales y políticas de control de calidad.
El contrato laboral no es admisible, pues pone en manos de la entidad fiscalizada un poder incompatible con la independencia que las normas exigen de los auditores. Tratándose de revisorías fiscales para entidades del Estado, sus acuerdos deben sujetarse al Estatuto General de Contratación de la Administración Pública.
Muchas voces han explicado por qué el gravamen sobre los movimientos financieros –GMF– es antitécnico. Sin embargo, parece que este impuesto llegó para quedarse. Se han fijado plazos para desmontarlo, pero no aparecen vías para sustituirlo.
Los contadores requieren protección para poder luchar contra la corrupción sin morir en el intento. Debido a la posibilidad de ser castigados, hay contadores que rechazan las exigencias que se les ha hecho en materia de corrupción. El riesgo está presente debido a que muchos asuntos irregulares no son detectados durante el trabajo.
La NICC 1 contiene los lineamientos que debe atender un profesional contable o una firma de contadores en cuanto al control de calidad ejercido en los procesos de auditoría, y el Código de Ética emitido por la IFAC trata los principios fundamentales que deben ser aplicados en la práctica profesional.
La NIIF 16, vigente en Colombia a partir de 2019, trae cambios importantes en materia contable para los arrendatarios; pero no sugiere efectos fiscales (excepto por el reconocimiento de diferencias temporarias, cuando a ello hubiere lugar).
El “chip tributario” de los contribuyentes cambiará desde el 2019 en Colombia. La propuesta de penas privativas de libertad hará abandonar la cultura colombiana alrededor de prácticas de evasión y elusión que se asumían con un riesgo tributario que resultaba en procesos jurídicos de largo plazo.
El conocido refrán “la ropa sucia se lava en casa” es aplicable al manejo del conflicto suscitado entre accionistas o familiares en una empresa. Al respecto, la definición de las reglas para el manejo de los conflictos son una forma responsable de garantizar la continuidad de la entidad.
Si desea proteger su patrimonio familiar y empresarial deberá analizar en manos de quién quedará, si ha formado y preparado a esas personas para administrarlo correctamente y si ha destinado una gran proporción del mismo para garantizar disfrutará la última etapa de su vida con total tranquilidad.
Las organizaciones internacionales propenden por el mejoramiento de la formación de los contadores a nivel mundial. Se recomienda que las tecnologías de la información y la gestión de riesgo empresarial sean uno de los aspectos que impacten significativamente en los pensum.