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CDT, Un Mal Negocio – Hermann Stangl

Un CDT es un mecanismo de ahorro sencillo de operar, el cual protege a sus usuarios de la volatilidad del mercado. Ha sido históricamente una forma de ahorro muy utilizada por personas que tienen un perfil de riesgo bajo y que buscan tener disponible su dinero en el corto o mediano plazo.

CDT, Un Mal Negocio – Hermann Stangl
Este artículo fue publicado hace más de un año, por lo que es importante prestar atención a la vigencia de sus referencias normativas.

Un CDT es un mecanismo de ahorro sencillo de operar, el cual protege a sus usuarios de la volatilidad del mercado. Ha sido históricamente una forma de ahorro muy utilizada por personas que tienen un perfil de riesgo bajo y que buscan tener disponible su dinero en el corto o mediano plazo.

La DTF es una tasa de interés, que calcula el Banco de la República y que representa el promedio ponderado de las tasas de captación diarias de los CDTs a 90 días. En palabras sencillas, la DTF es la rentabilidad promedio de un CDT.

La inflación es la pérdida de poder adquisitivo del dinero. Por lo tanto, para que éste no pierda valor en el tiempo, muchas personas invierten en CDTs. De esta manera, piensan que se protegen de la inflación y además que ganan unos puntos adicionales.

A principios de este año, mientras la inflación esperada era del 5,0% anual, la DTF estaba en el 9,73% anual, lo cual generaba un margen relativamente cómodo para quienes optaban por este mecanismo de ahorro.

Ahora, las permanentes reducciones de la tasa de interés de referencia, implementadas por el Banco Central, con el propósito de abaratar y fomentar el crédito y así contribuir a la recuperación económica, han hecho que la DTF se ubique casi en el 4,0% anual.

Si a esta tasa de rentabilidad (DTF), le descontamos la inflación y los impuestos, se puede llegar, dependiendo del plazo y condiciones del CDT, a rentabilidades reales negativas.

Lo anterior quiere decir, que este tipo de ahorradores está apenas, en el mejor de los casos, manteniendo el valor de su dinero en el tiempo, siempre y cuando capitalicen la totalidad de los rendimientos.

En el caso de que los gasten total o parcialmente para atender sus gastos, como de hecho lo hacen gran parte de ellos, su riqueza se reducirá real y gradualmente.

Lo más recomendable es acercarse a firmas comisionistas de bolsa o fiduciarias de reconocida trayectoria en el mercado, que nos permitan explorar otras opciones similares de inversión.

Actualmente las carteras colectivas abiertas manejadas por las sociedades fiduciarias brindan una rentabilidad promedio entre el 6,0% y el 9,0% anual.

Hermann Stangl
Consultor Financiero
www.stangl.com.co