En un proceso de revisión de datos para Auditoría o Revisoría Fiscal, hay algunos componentes que escapan de la posibilidad de revisión y, en esos casos, quien indaga por la información deberá establecer un grado de certeza de los resultados entregados.
En un proceso de revisión de datos para Auditoría o Revisoría Fiscal, hay algunos componentes que escapan de la posibilidad de revisión y, en esos casos, quien indaga por la información deberá establecer un grado de certeza de los resultados entregados.
A continuación, se resuelve brevemente el siguiente interrogante: En el contexto de las NIA, ¿cómo se define el concepto de certeza razonable?
Ninguna Auditoría ni Revisoría Fiscal puede cubrir un 100% de las operaciones de una empresa; un profesional que ejerce estas funciones, aun con todo su equipo de trabajo, no puede dar fe completa de la correcta transparencia de todas las operaciones de una compañía durante un año, un trimestre o un semestre, según se haya establecido el período de evaluación; durante ese tiempo son muchos los documentos y transacciones contables que pudieron presentarse y es en ese contexto, que tanto auditores como revisores fiscales, deben aplicar su criterio profesional para determinar el más fiable grado de credibilidad o certeza razonable.
Con el concepto de certeza razonable, las NIA se refieren al grado de seguridad que debe tener el profesional en la revisión de las operaciones de la organización, que si bien no puede ser absoluto, sí debe ser alto para entregar un parte de tranquilidad a los terceros interesados en la información, por lo que si habiendo realizado la aplicación de los procesos y procedimientos de auditoría pertinentes, se considera que hay un alto grado de certeza y de razonabilidad en las cifras y procesos revisados, puede darse fe de la transparencia de la información, aunque no al 100%, pues existen algunas limitaciones tales como:
Así pues, podría decirse que la evidencia que obtiene el auditor, generalmente es persuasiva, pues a veces no es concluyente y en oportunidades sí. Entonces en el normal desarrollo de procesos de revisión en calidad de auditor o revisor fiscal, lo común será que se realice la aplicación de pruebas a un alto porcentaje de componentes de la empresa, pero muchos otros deberán quedar por fuera, y el profesional deberá suponer, con base en un criterio de certeza razonable, que los componentes no indagados, responden a las mismas características de los que sí se revisaron.