Competencias que debe reunir un profesional contable: fundamentales, contables y directivas – Hernando Bermúdez Gómez

En el X Congreso Nacional de Contabilidad Pública, Blanca Tapia Sánchez, miembro del Consejo Internacional de Normas de Educación en Contabilidad, planteó que un profesional de la contabilidad debe reunir tres tipos de competencias: fundamentales, contables y directivas.

Qué gran error hemos cometido los programas de contaduría preocupados solo de los conocimientos, no tanto de las habilidades ni de las conductas. Qué gran error hemos cometido al reducir el grueso de los conocimientos al simple perfeccionamiento de la técnica contable. No nos hemos ocupado de la ciencia contable, ni de las demás ciencias fundamentales. No podemos decir que esto es de incumbencia del bachillerato (educación media), pues las pruebas indican que muchos estudiantes de pregrado no saben leer y que otros tantos son incapaces con las matemáticas.

Para doña Blanca, las competencias fundamentales incluyen: comunicación, pensamiento analítico, pensamiento crítico, solución de problemas, relaciones humanas y tecnología.

Sin duda, los retos profesionales de las ocupaciones de alto riesgo, como la contaduría, requieren de personas muy desarrolladas intelectualmente. Esto significa que sean capaces de llevar a la conciencia muchos datos, varios de los cuales permanecen normalmente en el inconsciente, procesarlos y utilizarlos para juzgar. En las ciencias sociales, por tanto, en la economía, las finanzas y la contabilidad es indispensable conocer a los seres humanos, tanto desde cómo piensan a conocerlos desde su forma de sentir. El postulado de la racionalidad está haciendo agua. Parece que las cosas son más como las muestra el reciente nobel, Thaler:

“El estadounidense Richard H. Thaler ha sido galardonado con el Premio Nobel de Economía 2017 por su aportación a la economía conductual: la comprensión de las decisiones económicas mediante el estudio de las tendencias cognitivas y emocionales humanas.”

Sabemos con claridad que los contadores no son seres destinados a interactuar con computadores, datos alfanuméricos y operaciones matemáticas. Son personas destinadas a interactuar con otras personas sobre asuntos económicos. Si carecen de buenas aptitudes y actitudes para sostener relaciones, es probable que fracasen. ¿De qué sirve elaborar correctamente unos estados financieros que el cliente no comprenderá? ¿Cómo podrá un cliente apreciar a un contador cuando este solo está preocupado del cumplimiento y no de él?

En el mundo moderno hay que luchar contra personas cuyo único criterio es el cambio en el monto de las utilidades, beneficios o plusvalías. Si un trabajador no produce, se le despide y se reemplaza por otro, que trabaje más por lo mismo. ¿Qué hemos de hacer con los contadores que enseñan tales cosas en sus cursos de contabilidad y finanzas?

La contaduría sin corazón no es aceptable. La contaduría sin inteligencia tampoco lo es. La contaduría debe ser integralmente humana.

Hernando Bermúdez Gómez
Editor Contrapartida, Novitas, Registro Contable, Vademécum
Tomado de Contrapartida – De Computationis Jure Opiniones
Número 3168 noviembre 13 de 2017