El defensor de familia es un empleado público con funciones de policía que tiene el deber de amparar los derechos fundamentales de la infancia. Es responsable de garantizar que los derechos de niñas, niños y adolescentes se cumplan y sean efectivos.
El defensor de familia es el funcionario encargado de la protección, prevención, garantía y restablecimiento de los derechos de los niños, niñas y adolescentes, tareas que se concretan en las actuaciones administrativas y de policía que le corresponden como integrante del ICBF. Esta autoridad tiene como deber defender la niñez de la falta de cuidado familiar, del conflicto y de la irresponsabilidad de los padres, e intervenir en nombre de la sociedad para garantizar tales derechos mediante la ayuda de un equipo interdisciplinario.
Dentro de sus deberes se encuentran:
Según el artículo 80 de la ley 1098 de 2006, el defensor de familia debe ser abogado en ejercicio y con tarjeta profesional, no puede tener antecedentes penales ni disciplinarios y, además, acreditar título de posgrado en derecho de familia, derecho civil, derecho administrativo, derecho constitucional, derecho procesal, etc., cuando sea solicitado como un componente curricular del programa.