Varias hipótesis saltan a la vista cuando se habla de una reforma pensional. Una, se requiere un régimen pensional con dos directrices. Otra, por el momento no es prioritario revisar las semanas de cotización o aumentar la edad de jubilación. La realidad es que las pensiones consumen un gran porcentaje del presupuesto nacional.
Varias hipótesis saltan a la vista cuando se habla de una reforma pensional. Una, se requiere un régimen pensional con dos directrices. Otra, por el momento no es prioritario revisar las semanas de cotización o aumentar la edad de jubilación. La realidad es que las pensiones consumen un gran porcentaje del presupuesto nacional.
Mientras desde las toldas del Gobierno se asegura que este año no se tratará el tema de la reforma pensional, las aseguradoras tocan el tema proponiendo que la reforma debe incrementar la edad de jubilación según la dinámica poblacional, así como eliminar la competencia entre el sistema de ahorro individual privado y el público de prima media.
Clara López, ministra de trabajo, ha dicho que el tema definitivamente está detenido. “Cuando llegué al Ministerio hablé con el Presidente y vimos que las condiciones no estaban dadas. Lo que necesita Colombia es más equidad en el sistema que rige. Y claramente el régimen de prima media está garantizando más rentabilidad que el régimen de ahorro individual”, afirma López.
Por su parte, Sandra Rodríguez, directora de la Cámara de Seguridad Social de Fasecolda, gremio de las aseguradoras, dijo en El Espectador que se requiere un régimen con dos pilares. El primero, que sea no contributivo —donde el afiliado no contribuya—, que se focalice a la población más vulnerable, que no logra hacer los aportes que se requieren por norma, y que la financiación se haga a través del Presupuesto General.
El otro, enfocado a un régimen de ahorro individual, que se constituya en mesada pensional a partir de los aportes a la cuenta, donde se cuente con un aporte solidario proveniente del Estado para no gravar el empleo, al empleador, ni aumentar las cifras de informalidad, y que sea fuente de financiamiento para los trabajadores que no logren acumular el capital suficiente para tener, por lo menos, una mesada pensional de salario mínimo.
Germán Vargas G, columnista de Portafolio, asegura en su columna ¿Colombia Repunta?: «Es necesario mejorar la calidad de las estadísticas: el 70% de la población no realiza aportes a seguridad social, y las pensiones consumen el segundo rubro del presupuesto nacional; 77% de las mesadas es inferior a dos mínimos, aunque las ‘mega-pensiones’, en régimen de prima media, reciben subsidios y están exentas de tributación».
El presidente de Asofondos, Santiago Montenegro, afirmó en el diario El País que la reforma pensional se necesita, aunque aclaró que por el momento no es prioritario revisar las semanas de cotización o aumentar la edad de jubilación.
De igual forma, Montenegro considera lamentable que el 80% de las pensiones del régimen de prima media (manejado por Colpensiones), y que superan los $10 millones al mes, tengan un subsidio otorgado por el Estado.
En el Presupuesto General de la Nación existe un faltante de $38 billones para pagar la pensión de 1,9 millones de pensionados durante este año.
La propuesta de gravar las pensiones la hizo en su momento la Comisión de Expertos, este grupo recomendaba poner un impuesto a aquellas mesadas superiores a 8.6 millones de pesos. Desde la Comisión se decía que el 80% de las pensiones en Colombia son inferiores a dos salarios mínimos, por lo que solo el 20% de la población pensionada se afectaría con ese impuesto.
Por su parte, el Concejo Gremial y la Andi vieron con buenos ojos la propuesta de gravar las pensiones millonarias, lo que al final no se dio en la reforma tributaria.