En el mundo organizacional es fundamental que las entidades hagan periódicamente una autoevaluación de su gestión, lo cual les permita determinar el estado de su situación financiera. Lo anterior a fin de verificar si se está cumpliendo con el objetivo y las metas trazadas, al tiempo que se identifiquen los factores que inciden en los resultados.
En el mundo organizacional es fundamental que las entidades hagan periódicamente una autoevaluación de su gestión, lo cual les permita determinar el estado de su situación financiera. Lo anterior a fin de verificar si se está cumpliendo con el objetivo y las metas trazadas, al tiempo que se identifiquen los factores que inciden en los resultados.
La realización de diagnósticos financieros toma aun más importancia si se tiene en cuenta que la identificación de falencias en la organización es una alarma para estudiar los impactos a futuro y tomar los correctivos pertinentes en el momento oportuno. Este tipo de actividades le permiten a las empresas identificar sus fortalezas, debilidades, oportunidades y amenazas.
A la hora de ejecutar un diagnóstico financiero, el preparador de la información deberá buscar respuestas a diferentes consultas, como las siguientes:
No puede negarse que la información que se extrae de la gestión financiera de la entidad, controlada a través de la contabilidad, es un insumo de suma importancia en las empresas, pues este sistema además de ser muy completo es fiable y facilita la toma de decisiones para la proyección comercial de las empresas.
Sin embargo, no puede obviarse que el propósito de la información financiera es diferente al que persigue un diagnóstico financiero, pues la primera debe responder a unos intereses de mercado con los que están alineados, por ejemplo, con los Estándares Internacionales de Información Financiera y en ocasiones incluso a otros intereses fiscales como actualmente lo hace el estándar local de contabilidad, el cual seguirá vigente durante 4 años hasta que se logre equiparar ambos tipos de información.
Existen varias razones por las que la información financiera no es suficiente a la hora de realizar un diagnóstico financiero; entre estas se destaca el hecho de que la contabilidad actualmente no contemple el valor temporal del dinero –las operaciones solamente pueden ser representadas en unidades monetarias–, con lo cual se omite información cualitativa de suma importancia, como el clima organizacional, la resistencia al cambio o las estructuras de poder en la empresa.
Adicionalmente, la información financiera que se presenta en los informes contables puede verse sesgada por las decisiones no estandarizadas del contador a la hora de tomar decisiones bajo su responsabilidad y buen criterio profesional y en ocasiones por la posibilidad de que la entidad autorice prácticas deshonestas como la “doble contabilidad” o la “cosmética contable”.
En todo caso, como se indicó más arriba, la información financiera es una base fundamental para cualquier proceso de evaluación y por tanto constituye un insumo básico para la realización del diagnóstico financiero de la empresa.
Para evaluar los estados financieros de una empresa, los métodos más conocidos son:
Aunque cada preparador puede inclinarse por una u otra metodología para la realización de este tipo de estudios empresariales recurriendo más a su experiencia, el tipo de organización y las necesidades proyectadas, algunas de las técnicas más recurrentemente utilizadas son: