Las diferencias originadas entre los saldos contables y fiscales son las que dan origen al impuesto diferido. Hoy en día, con la aplicación de las Normas Internacionales de Información Financiera, cuando se realiza el cálculo del impuesto diferido se está haciendo alusión a las diferencias temporarias.
Las diferencias originadas entre los saldos contables y fiscales son las que dan origen al impuesto diferido. Hoy en día, con la aplicación de las Normas Internacionales de Información Financiera, cuando se realiza el cálculo del impuesto diferido se está haciendo alusión a las diferencias temporarias.
A continuación, daremos respuesta a la siguiente inquietud: ¿cuándo se genera una diferencia temporaria y una diferencia temporal?, ¿con qué ejemplos puede ilustrarse esta situación?
Para dar respuesta a la inquietud, es preciso recordar que las diferencias originadas de los saldos contables y fiscales son las que dan origen al impuesto diferido. Hoy en día, con la aplicación de las Normas Internacionales de Información Financiera, cuando se realiza el cálculo del impuesto diferido se está haciendo alusión a las diferencias temporarias que se pueden percibir en el estado de situación financiera; antes de la aplicación de estas normas el cálculo del impuesto diferido se realizaba utilizando las diferencias temporales que se percibían en el estado de resultados.
No quiere decir que las diferencias temporales hayan desaparecido con las normas internacionales, solo es que ahora sobre ellas no se enfoca el cálculo de impuesto diferido, dado que estas diferencias se acumulan período a período y se pueden evidenciar como diferencias temporarias en el estado de situación financiera.
Ahora bien, la metodología del diferido que se utilizaba antes de la aplicación de las normas internacionales requería que se analizaran las diferencias temporales cada período y se acumularan los activos y pasivos por impuesto diferido; con la metodología actual se miran las diferencias de las partidas del activo y pasivo del estado de situación financiera y se calcula un impuesto diferido a cualquier fecha de cierre sin necesidad de recurrir a la información de períodos pasados.
A continuación ilustraremos el efecto en el estado de resultados y el estado de situación financiera según las diferencias temporales y temporarias que se originan de las bases contables y fiscales de las partidas que vinculan la depreciación de un activo fijo.
Año 1
Estado de resultados
Gasto depreciación contable: $100.000
Gasto depreciación fiscal: $80.000
Diferencia temporal: $20.000
Año 2
Estado de resultados
Gasto depreciación contable: $100.000
Gasto depreciación fiscal: $80.000
Diferencia temporal: $20.000
Año 2
Estado de situación financiera
Activo fijo base contable: $4.000.000
Activo fijo base fiscal: $3.960.000
Diferencia temporaria: $40.000
De lo anterior se puede concluir que para los dos casos finalmente el valor de la diferencia que da lugar al impuesto diferido son $40.000, que para este caso originaría un impuesto diferido pasivo, lo cual quiere decir que se pagaría mayor impuesto de renta en períodos futuros.