Leonardo Varón afirma que nadie la va a eliminar, pues a las firmas grandes y a los independientes se les acabaría una fuente principal de ingresos.
Para él, pueden existir diferencias en pensamientos sobre la revisoría fiscal, pero lo realmente importante es que toda la profesión se debe respetar.
Leonardo Varón afirma que nadie la va a eliminar, pues a las firmas grandes y a los independientes se les acabaría una fuente principal de ingresos.
Para él, pueden existir diferencias en pensamientos sobre la revisoría fiscal, pero lo realmente importante es que toda la profesión se debe respetar.
Para hablar de modernizar la revisoría fiscal en Colombia, Leonardo Varón García, consejero del CTCP afirma en #CharlasConActualícese que en el país existen tres grupos de profesionales contables con pensamientos diferentes.
Un primer grupo estaría compuesto por personas que hacen muchos negocios con empresas internacionales, que dominan los temas de Estándares Internacionales de Auditoría y de Normas de Información Financiera.
Un segundo conjunto de personas que tienen empresas muy grandes y fuertes, algunas de ellas amarradas a temas nacionalistas, pero quienes son actores importantes.
«En este grupo también están incluidos los docentes, quienes educan a los profesionales, y han planteado doctrinas sobre la revisoría fiscal; van más allá de la ley, lo que no quiere decir que sean posiciones ilegales», explica Varón.
Y el tercer grupo, que es más del 90 % de los contadores públicos, lo componen profesionales contables que están desorientados, se levantan a trabajar cumpliendo las normas y ejerciendo las funciones. Poco les interesan los conceptos de la revisoría fiscal y van directamente a la práctica.
«Es difícil comenzar desde cero, porque hay muchas personas que ya tienen un pensamiento. Cada agrupación o gremio de contadores tiene un aporte, otros toman un documento y lo analizan», explica.
Varón afirma que iniciar desde cero no es escribir desde cero, también es tomar algo que ya exista.
«Mientras unos están de acuerdo con lo que indican los libros, hay otros que se identifican más con la propuesta de Conpucol; es decir, depende de cada agrupación», destaca.
Pese a todo lo anterior, para él lo realmente importante hoy por hoy es que toda la profesión contable se debe empezar a respetar. Y el primer paso para hacerlo es hablar de frente y decir la verdad.
«Es bueno que existan choques y diferencias, pero con respeto», recalca.
«Nosotros nos ofendemos cuando nos creemos más que el otro. Todos somos iguales y si no aceptamos esto, allí es donde comienzan las ofensas. Hay que aprender a escuchar los planteamientos de los demás», dice.
El profesional de la contaduría tiene dos opciones: filosofar o trabajar. Siempre el que trabaja le irá bien porque tendrá clientes. El que se pone a filosofar hablará muy bien en público y tendrá seguidores en redes sociales, pero quien se dedique a trabajar conseguirá dinero.
Para él, una firma profesional con pocos empleados puede tener mucho dinero, trabajar muy bien, atender muy bien a los clientes.
«Esta profesión es para que seamos independientes. El problema es que nos basamos en una serie de mentiras», recalca.
En la medida que los contadores públicos se capaciten más, se le puede quitar mercado a las grandes firmas.
«Si un profesional es experto en el área financiera, en temas contables, en el conocimiento de los negocios, temas tributarios, en aseguramiento; de este modo tendrá trabajo de por vida», indica Varón.
El consejero del CTCP destaca que hay mentiras alrededor de la profesión, y la primera de ellas es que se quiere eliminar la revisoría fiscal.
Todas las firmas y los contadores viven de la revisoría fiscal. Nadie la va a eliminar, porque se les acaba una fuente principal de ingresos.
«Tenemos que hablar sin mentiras. Y está claro que nadie quiere acabar con la revisoría fiscal. Al Gobierno no se le ha ocurrido acabar con la revisoría fiscal. A las grandes firmas tampoco», indica.
Otra mentira que hay es que se pretende creer que la revisoría fiscal es perfecta y la vamos a exportar. En nuestro país la revisoría fiscal tiene imperfecciones, no hay una metodología de trabajo.
«La fe pública es otra mentira. Nadie sabe lo que es la fe pública. La independencia es otro tema que puede ser considerado como mentira. ¿Será que todos los contadores son independientes? ¿Será que el contador de una empresa es independiente?», critica.
Varón concluye diciendo que hay que enunciar los problemas que tiene la revisoría fiscal, pero en la práctica, no desde los salones de clase.