A partir de los cambios introducidos por la Ley 1231 de 2008, que modificó el título valor “factura” como mecanismo de financiación para el micro, pequeño y mediano empresario, se han generado varias controversias, por ahora por la denominación, pero en un futuro no muy lejano por las múltiples modalidades de factorización. Algunas compañías decidieron no “recibir” facturas, aduciendo falta de requisitos tributarios, pero aplicando de manera indebida la legislación comercial en lugar de la fiscal.
Autor: Gabriel Vásquez Tristancho
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