Incentivar contratación de mujeres en sectores generadores de empleo brindando incentivos tributarios a empleadores.
Reglamentar la contratación y cotización al sistema de seguridad social por horas.
Desligar la seguridad social del tipo de vinculación del trabajador con el mercado laboral.
Incentivar contratación de mujeres en sectores generadores de empleo brindando incentivos tributarios a empleadores.
Reglamentar la contratación y cotización al sistema de seguridad social por horas.
Desligar la seguridad social del tipo de vinculación del trabajador con el mercado laboral.
Teniendo en cuenta los problemas de altas tasas de desempleo e informalidad que han caracterizado al mercado laboral colombiano y al observar que la recuperación económica después de la pandemia no se ha traducido en un aumento en los niveles de empleo, Anif en su informe Propuestas para promover la generación de empleo formal expone una serie de medidas que aceleren la creación de empleo formal.
La primera propuesta es desligar la seguridad social del tipo de vinculación que tenga el trabajador con el mercado laboral. Por una parte, solo el 18,4 % de los asalariados lo hace, mientras que la mayoría de los trabajadores por cuenta propia en el país pertenecen al régimen subsidiado de salud.
Por otra parte, sobre el pago a pensiones, según el tipo de vinculación con el mercado laboral se evidencia que para el 2019 tan solo el 11,2 % de los trabajadores por cuenta propia lo hicieron, mientras que el 67,7 % de los asalariados realizaron pagos para sus pensiones.
Con lo anterior, desde el punto de vista de la entidad, es evidente que el tipo de vinculación al mercado laboral está determinando la condición de formalidad o informalidad de los trabajadores a raíz de los aportes a seguridad social. Anif explica al respecto:
Proponemos que los empleadores y trabajadores dejen de cotizar paulatinamente a salud y se recauden los recursos por medio de impuestos generales. Actualmente las cotizaciones a salud del régimen contributivo generan una barrera a la contratación formal por doble vía. Por un lado, para el empleador las cotizaciones a salud de los empleados se convierten en un costo que prefieren evitar. Así mismo, los empleados informales del régimen subsidiado prefieren no formalizarse con el fin de no perder beneficios, por ejemplo, del Sisben.
La propuesta contempla una implementación gradual por etapas priorizando los grupos poblacionales que se ven más afectados en el mercado laboral, empezando por los jóvenes entre 18 y 25 años, seguidos por las mujeres en algunos sectores en los que actualmente no hay mucha mano de obra femenina y finalizando con el resto de los trabajadores.
Con esta propuesta los trabajadores pueden dedicar más recursos a sus pensiones, se reducen los incentivos de los trabajadores a no formalizarse y las barreras de los empleadores para formalizar a sus empleados.
Una segunda propuesta es reglamentar adecuadamente la contratación y cotización al sistema de seguridad social por horas. Una alta proporción de la población ocupada en Colombia trabaja menos de 20 horas a la semana, lo cual evidencia la necesidad de contar con condiciones diferentes a las actuales que se adecúen a la realidad.
El 50 % de la población ocupada trabaja menos de 48 horas a la semana. A estas personas, por ley, nos les es permitido cotizar a salud y pensiones, lo que se traduce en mayor informalidad.
Esta política resultaría beneficiosa tanto para las finanzas públicas, porque supone un mayor recaudo, como para las personas, porque genera una mayor protección en materia de salud y pensiones.
Anif también propone que exista un salario mínimo diferencial por regiones. Actualmente, la diferencia entre la productividad media de cada ciudad (ingresos laborales promedio) y el salario mínimo se traduce en desempleo e informalidad.
En Bogotá, analiza la entidad, el salario promedio es aproximadamente el doble de ciudades como Cúcuta o Montería, pero esta realidad no se ve reflejada en el nivel del salario mínimo nacional. Por esto no es sorpresivo que se observen mayores tasas de informalidad y desempleo en ciudades como las dos anteriores.
En ciudades como estas los salarios promedio se ubican por debajo del salario mínimo, haciendo muy difícil subir los índices de empleo formal. Generalmente, cuando hay aumento de la ocupación, este se da en mayor proporción en la informalidad.
También es importante generar medidas específicas que incentiven el empleo de las mujeres y los jóvenes, y eliminen las barreras para su contratación.
Para las mujeres proponemos incentivar su contratación en sectores altamente generadores de empleo brindando incentivos tributarios a los empleadores. Estos incentivos tributarios se podrían traducir en contribuciones parafiscales descontables del impuesto de renta para empleadores de mujeres o mayores subsidios para los sectores que las contraten y que comúnmente emplean mano de obra masculina. Así mismo, proponemos implementar metas de empleo para ellas en las entidades nacionales y regionales.
Con el fin de eliminar las diferencias legales entre el empleo femenino y el masculino, proponemos que la licencia de maternidad sea compartida equitativamente, 50 % para el hombre y 50 % para la mujer. Adicionalmente, brindarle un subsidio de maternidad a las mujeres cabeza de hogar con trabajo informal o que vivan en condición de pobreza.
A los empleadores jóvenes se les debe dar incentivos tributarios y brindar mayores subsidios a la nómina a los sectores que los empleen y hayan sido fuertemente afectados por la pandemia.