José Eriberto Cano, presidente de la seccional Bogotá de Conpucol afirma en Actualícese que la mayoría de las empresas establecen remuneraciones no acordes con la carga laboral que maneja el profesional contable, pero que terminan accediendo al pago por posibles problemas financieros.
José Eriberto Cano, presidente de la seccional Bogotá de Conpucol afirma en Actualícese que la mayoría de las empresas establecen remuneraciones no acordes con la carga laboral que maneja el profesional contable, pero que terminan accediendo al pago por posibles problemas financieros.
José Eriberto Cano Castaño, contador público, revisor fiscal, auditor y presidente de la seccional Bogotá del Colegio de Contadores Públicos de Colombia –Conpucol– dice que un contador público debe aceptar o no la remuneración que le ofrecen, según su expectativa y perfil profesional con el cual se desempeña.
Se deben tener en cuenta los diferentes sectores empresariales, pues en pos de ello se encuentran funciones y asignaciones establecidas, es decir, que para el sector público se pueden identificar cargos y requisitos, funciones y asignaciones, según el tipo de contrato, a la vez que para el sector privado algunas empresas también han adelantado ese tema. Sin embargo, la mayoría de las entidades establecen remuneraciones, tanto para contadores como para otros profesionales, que no son acordes con la carga laboral que estos realizan.
Lo primero que hay que ver es que los profesionales son seres humanos y, por tal razón, sus características son diferentes. Algunos se perfilan para ser trabajadores dependientes de una empresa, otros son trabajadores independientes, otros emprendedores que generan empleo, y otros se autoemplean; así mismo las remuneraciones ofrecidas son aceptadas por cada profesional según su expectativa y el perfil profesional con el cual se ha desempeñado laboralmente. Sin embargo, se ven casos de profesionales con actuaciones que son bastante cuestionables, o que en aras de solucionar problemas financieros y de tipo laboral se adecúan a lo ofertado por las empresas que no valoran el ejercicio profesional.
El ejercicio profesional del contador público es ilimitado, puesto que toda empresa anida su columna vertebral en sus finanzas y contabilidad, ante a lo cual el contador debe tener una serie de competencias, no solamente en la parte técnica contable. El contador público actual es un profesional capaz de asesorar, tiene un perfil directivo, debido a que gracias a sus análisis orienta a los dueños de las empresas para tomar decisiones adecuadas.
Por todo lo anterior, a las empresas que no establecen recursos financieros y convocatorias adecuadas para contratar un profesional con estas competencias, se les complica encontrar una persona acorde con sus necesidades.
El profesional que no se actualiza estará fuera del mercado, pues el conocimiento en Normas Internacionales de Información Financiera no garantiza mayores ingresos; solo garantiza estar acorde a las normas vigentes y así dar valor a sus actividades profesionales.
Lo mencionado hasta este punto corresponde a líneas de desempeño profesional y cada contador público; al fortalecerse en algunas de ellas se especializa para ejercer su profesión. Quien ejerce con profesionalismo obtiene reconocimiento y esto conlleva a buena imagen y reputación. En consecuencia, la conveniencia consiste en hacer las cosas que más le gusten a cada cual, con valores y obteniendo una debida remuneración.