Gustavo Cote, Renzo Merino y Jaime Vargas no creen en las palabras del ministro Alberto Carrasquilla cuando afirmó que no habrá una nueva reforma tributaria. La consolidación fiscal de Colombia genera dudas, ya que el dinero para el gasto e inversión no alcanzará, y se necesitarán más recursos.
Gustavo Cote, Renzo Merino y Jaime Vargas no creen en las palabras del ministro Alberto Carrasquilla cuando afirmó que no habrá una nueva reforma tributaria. La consolidación fiscal de Colombia genera dudas, ya que el dinero para el gasto e inversión no alcanzará, y se necesitarán más recursos.
El 13 de junio de 2019, durante la presentación del marco fiscal de mediano plazo 2019 –MFMP–, el ministro de hacienda, Alberto Carrasquilla, afirmó que no se está pensando en una nueva reforma tributaria. ¿Qué sensación deja esta afirmación? ¿Verdad o mentira?
Desde el punto de vista del exdirector de la Dian, Gustavo Cote, es difícil juzgar si la afirmación es cierta o no. «En materia de necesidades de recursos fiscales la afirmación seguramente al final resulta revaluada, sobre todo cuando el balance entre las exigencias de los compromisos de gasto e inversión pública y el dinero requerido para ser atendidos arroja la conclusión de que las sumas no cuadran», indica en diálogo con Actualícese.
Según el MFMP, el Gobierno le está apostando principalmente al crecimiento económico y a la labor de la Dian para obtener los recursos adicionales que necesita el país. Frente al primer punto, indica Cote, hay que ver si al final de 2019 el comportamiento de la economía le da la razón al ministro de hacienda o al director del Banco de la República, quienes se enfrentaron por los resultados publicados sobre los primeros meses del año. Respecto del segundo punto, la obtención de efectos positivos en la lucha contra la evasión no es cosa de un día para otro.
Renzo Merino, analista de Moody’s, dice que lo aprobado en materia tributaria en 2018, de la mano de la Ley de financiamiento, hará que la consolidación fiscal del país a partir de 2020 sea una tarea más compleja para el Gobierno. Para Merino, habría que presentar una nueva reforma tributaria para recomponer las cargas y estabilizar el recaudo tributario.
“La dificultad obligaría al Ejecutivo a adoptar medidas para compensar, lo que hasta cierto punto va a perder en recaudación en el próximo año debido a cómo se adoptó la reforma tributaria”, expresa Merino.
Para Jaime Vargas, socio director de impuestos de EY Colombia, aunque es difícil de predecir, piensa que la probabilidad de que se discuta una reforma tributaria en 2020 es alta.
«La dificultad está en determinar qué contribuyentes o actividades deben soportar la nueva carga tributaria. Pensar en volver a subir la carga de las personas jurídicas sería un error. Gravar más a las personas naturales, que son quienes han recibido la mayor carga tributaria en estos últimos años es impensable, y revivir la idea de extender la base del IVA es difícil luego del entierro de tercera que se le dio el año pasado», explica Vargas.
Vargas está convencido de que la única forma de garantizar la estabilidad tributaria es fortaleciendo a la Dian con recursos humanos y tecnológicos suficientes para combatir la informalidad, el contrabando y la evasión.
Cote resalta que, tratándose de promesas y su cumplimiento, hay que tener en cuenta que el Gobierno no tiene buenos precedentes. «El país ha oído decir “no fracking”, “no volver trizas los acuerdos de paz”, “apoyo a la Ley anticorrupción”, “no mermelada”, pero en todos estos temas y en otros la evaluación es triste, pues van quedando en “simples promesas de baile”, como decían las abuelas. Por todo lo anterior, la credibilidad general del Gobierno es muy pobre», afirma.
El exdirector de la Dian dice que no hay que olvidar que en la Ley de financiamiento se aprobaron varias medidas tributarias que, según la opinión generalizada de expertos, incluidas las calificadoras de riesgo, incidirán negativamente en la recaudación impositiva a partir de 2020. Lo anterior, sin contar los efectos de las varias normas tributarias introducidas en la Ley del Plan Nacional de Desarrollo. «Luego de todo este panorama, se les resta certidumbre a las palabras del ministro de hacienda», puntualiza Cote.