El microcrédito, es una herramienta de financiamiento que tiene como principal propósito apalancar a las microempresas y como condición especifica no superar los 120 smmlv. Se entiende por microempresas aquellas que tienen una planta de personal hasta de diez (10) trabajadores y activos no superiores a 501 salarios mínimos legales mensuales vigentes.
El microcrédito es una alternativa para microempresarios, que no se ha logrado consolidar por la insostenibilidad para el mercado financiero, y requiere de un ajuste reglamentario que se encamine en combatir los microcréditos ilegales, conocidos como gota-gota.
El microcrédito es una herramienta de financiamiento que tiene como principal propósito apalancar a las microempresas, y como condición específica estos créditos no pueden superar los 120 smmlv. Es importante tener en cuenta que se entiende por microempresas aquellas que tienen una planta de personal hasta de 10 trabajadores, y activos no superiores a 501 smmlv.
De acuerdo con la Superfinanciera, los establecimientos de crédito pueden otorgar microcréditos (uno o varios) por un monto superior a 25 smmlv, siempre y cuando el saldo de endeudamiento con el sector financiero y otros sectores, excluyendo créditos hipotecarios para vivienda, no exceda de ciento veinte (120) smmlv al momento de aprobación de la respectiva operación. No obstante, en estos créditos no podrán cobrarse las comisiones y honorarios autorizados en la Ley 590 del 2000. Para efectos de tales cobros, el monto máximo por operación de microcrédito es de veinticinco (25) smmlv siempre y cuando cumplan las actividades definidas por ley.
El microcrédito es un producto de financiamiento costoso, debido a la metodología que exige, o arduo trabajo de campo para capturar clientes que, en su mayoría, se encuentran en la informalidad.
Si bien el número de clientes atendidos puede ser importante, los créditos concedidos equivalen a sumas bajas; por tanto, es poco rentable para las entidades. Sumado a ello, se deben considerar los parámetros legales que en Colombia reglamentan la tasa máxima de interés y afectan la rentabilidad de la operación, y por consiguiente menos atractiva para que nuevos actores del mercado financiero institucional, introduzcan este producto financiero.
En los microcréditos se pueden identificar costos de tres tipos:
El principal reto es convertir el microcrédito en un producto financiero sostenible, para lo cual se debe lograr la eliminación de la restricción a la tasa de interés que lo cobija, de modo que se pueda llegar a la mayor cantidad de microempresarios, y en la medida en que la regulación lo permita, poder reemplazar a los conocidos popularmente como “prestamistas gota-gota” que se han posicionado como la fuente principal de financiación de los pequeños empresarios del país.