En este editorial se abordan diferentes lineamientos en torno a la cultura de ética que se debe fomentar tanto en las firmas de auditoría como entre los contadores que presten servicios de aseguramiento de la información. La NICC 1 expone algunos lineamientos para promover este principio.
En este editorial se abordan diferentes lineamientos en torno a la cultura de ética que se debe fomentar tanto en las firmas de auditoría como entre los contadores que presten servicios de aseguramiento de la información. La NICC 1 expone algunos lineamientos para promover este principio.
La NICC 1 Control de calidad en las firmas de auditoría que realizan auditorías y revisiones de estados financieros, así como otros encargos que proporcionan un grado de seguridad y servicios relacionados aborda los lineamientos que se deben tener en cuenta al momento de implementar un sistema de control de calidad.
De acuerdo con el artículo 1.2.1.7 y los párrafos 4 y 11 del DUR 2420 de 2015, esta debe ser aplicada por los contadores públicos que presten servicios de revisoría fiscal, auditoría de información financiera, revisión de información financiera u otros servicios relacionados con el aseguramiento de la información; y por las firmas de contadores que ejecuten auditorías y revisiones de estados financieros. Esto quiere decir que los contadores que no ejecuten labores relacionadas con las que acabamos de mencionar no están obligados a aplicar dicha norma en su ejercicio profesional. Sin embargo, esta norma no es incompatible con los lineamientos que rigen la profesión contable, por lo que quienes no estén obligados a aplicarla pueden adaptar sus lineamientos para mejorar sus procesos de control de calidad.
En nuestro editorial Guía de control de calidad para pequeñas y medianas firmas de auditoría, abordamos brevemente los 7 elementos del sistema de control de calidad y los anexos que compartió la Ifac como guía de implementación de esta norma. Es objeto de este editorial abordar los lineamientos de la NICC 1, en relación con los párrafos 18 y 19 que hacen referencia a las “responsabilidades de liderazgo en la calidad de la firma de auditoría”.
El requerimiento de que existan procesos de control de calidad en los encargos ejecutados por parte de profesionales contables y firmas de contadores no es una novedad. Si bien no existía una reglamentación obligatoria sobre los requerimientos mínimos de un sistema de control de calidad aplicado a la profesión sino hasta la expedición del Decreto 302 de 2015 (ahora compilado en el DUR 2420 de 2015), existen lineamientos que exponen este requerimiento. De hecho, en el caso en que los profesionales contables no cumplan con las normas técnicas y de aseguramiento que rigen la profesión, se presume que las firmas de contadores son responsables de dichos actos por omitir la realización de un control de calidad del trabajo de auditoría (ver artículo 659-1 del ET). Así pues, tanto contadores, auditores, revisores fiscales y firmas de contadores pueden ser sancionados por omisión (ver artículos 659 a 661 del ET y artículo 6 de la Ley 1474 de 2011) y esto puede preverse con la aplicación de políticas de control de calidad.
Partiendo de que se deben implementar políticas y procedimientos diseñados para promover una cultura de calidad, los párrafos 18, 19, A4, A5 y A6 de la NICC 1 exponen que el presidente ejecutivo (o equivalente) de la firma de auditoría será responsable de implementar un sistema de control de calidad, de hacer el seguimiento de dicho sistema y de asignar las responsabilidades relativas a su funcionamiento. Cabe anotar que, en el caso de un auditor independiente, este debe considerar implementar los controles de calidad requeridos o, por el contrario, contratar a un tercero para que realice la implementación y el seguimiento del sistema en mención.
A partir de lo mencionado en anteriores párrafos, se concluye que, aunque el presidente ejecutivo sea el responsable de velar porque exista un sistema de control de calidad, todos los colaboradores que hagan parte del equipo del encargo son responsables de aplicar las políticas y procedimientos incorporados en este y realizar las mejoras a las que haya lugar. Es importante que todas las personas relacionadas con los encargos de auditoría interioricen que la cultura interna premia el desempeño y el trabajo de calidad. Dicho esto, cabe señalar que para fomentar dicha cultura los responsables pueden adoptar prácticas como: