Se acerca el cierre contable y fiscal en las empresas. Como contador público tienes varias responsabilidades, desde la conciliación de cuentas hasta la presentación de estados financieros. Por esta razón, es muy importante que tengas claras todas estas obligaciones. Conócelas en esta Master Class.
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Al final de cada período contable, las empresas deben realizar el proceso de cierre contable y fiscal. Este procedimiento tiene como fin reflejar de forma razonable todas las partidas que hacen parte de un estado financiero a un corte determinado –anual–, incluyendo las provisiones fiscales para establecer el resultado –ya sea utilidad o pérdida–. En otras palabras, este proceso se realiza para cerrar las cuentas de resultados y reflejar su efecto en el patrimonio de la compañía.
Para esto, las empresas deben tener en cuenta algunos aspectos, entre ellos, verificar los marcos técnicos contables que se aplican con base en la Ley 1314 de 2009 y otras normativas para determinar a qué grupo pertenece la entidad: si al grupo 1 –que aplica las Normas Internacionales de Información Financiera Plenas–, al grupo 2 –Estándar Internacional para Pymes– o al grupo 3 –contabilidad simplificada–, pues, dependiendo del grupo al que pertenece, los registros contables, estimaciones y ajustes serán diferentes.
Otra responsabilidad que tienen los contadores públicos es garantizar que los hechos económicos y las transacciones estén en la contabilidad y pertenezcan a dicho período. Igualmente, verificar que las políticas contables se han aplicado adecuadamente, observar si existen hechos ocurridos después del período que impliquen ajustes o solo revelación. Además, el profesional contable también debe realizar una revisión y conciliación de cada una de las cuentas del balance de prueba, calcular provisiones fiscales, ajustes, estimaciones, consolidados, realizar los cruces de saldos, entre otros.
Todos estos procedimientos se realizan con base en los Estándares Internacionales, teniendo en cuenta que se pueden generar diferencias respecto a las normas fiscales. Finalmente, todos los saldos que resulten de estos procesos se utilizan para preparar y presentar los estados financieros: el estado de resultados, el estado de posición financiera y el estado de flujos de efectivo.