Hasta hace algunos años el riesgo era definido como la posibilidad de ocurrencia de eventos sobre los cuales no se tenía control y podrían causar daños o perdidas.
Hasta hace algunos años el riesgo era definido como la posibilidad de ocurrencia de eventos sobre los cuales no se tenía control y podrían causar daños o perdidas.
Si lo pensamos desde el ámbito empresarial, que básicamente busca la generación de valor, nos enfrentamos a la posibilidad de maximización del concepto en casi todos los ámbitos de desarrollo de las actividades empresariales, veamos, tenemos riesgos en los inventarios (pueden perder valor, volverse obsoletos, degradarse, pasar de moda, etc.), en las cuentas por cobrar a clientes (los clientes se pueden quebrar, pueden desaparecer, volverse insolventes, etc.), en los activos fijos (pueden perder su valor, volverse obsoletos, etc.)
Entonces para evitarnos eventos no controlados, debemos tratar el riesgo en las empresas como parte del direccionamiento estratégico y debe ser parte de las gestión diaria de la dirección, en este sentido debemos de tener claro que la razón de ser de los negocios es asumir riesgos y que los mismos son parte de su día a día, entonces lo que la dirección tiene que hacer al respecto es lograr que no se presenten, se puedan prevenir o minimizar eventos que disminuyan la capacidad de llevar a cabo la estrategia de la organización
Algunos de los riesgos estratégicos más comunes son:
Riesgo Operativo – Son fallas en los productos o los procesos de misión critica que impidan cumplir con la misión de la empresa, por ejemplo el retiro de productos farmacéuticos o de consumo masivo por encontrar riesgos para los consumidores, la caída de los sistemas de información que impidan la realización de transacciones
Riesgo de Activos – Son perdidas de valor o de generación de valor en activos fijos o financieros, por ejemplo cuentas por cobrar a clientes que se vuelvan incobrables, inversiones financieras que pierden su valor de mercado
Riesgo de Competencia – Son cambios no controlados en los entornos culturales, económicos o legales que afectan el desarrollo del negocio, por ejemplo una nueva legislación que impide la venta de cigarrillos al menudeo, solo por empaque original
Riesgo Reputacional – Son perdidas de la confianza en la empresa por parte de los clientes, empleados, proveedores, acreedores, inversionistas o público en general, por ejemplo las empresas captadoras de ahorro conocidas como las pirámides
Autor:
José Arbey Maldonado Lenis.
Email: jamaldonado@coachingenfinanzas.com