Giovanni Reyes, profesor y director de la maestría en dirección de la Universidad del Rosario, afirma que no se generan tantos empleos como se debería, según el crecimiento de los sectores productivos que impulsan la economía del país. Tasa de crecimiento de informalidad sigue creciendo.
Giovanni Reyes, profesor y director de la maestría en dirección de la Universidad del Rosario, afirma que no se generan tantos empleos como se debería, según el crecimiento de los sectores productivos que impulsan la economía del país. Tasa de crecimiento de informalidad sigue creciendo.
El indicativo del crecimiento económico del país al cierre del año anterior presentó números que rozaron el 2 % (1,8 % de crecimiento económico), lejos del 2,5 % que el Gobierno tenía en mente en febrero de 2017.
Para Giovanni E. Reyes, profesor titular y director de la maestría en dirección de la Universidad del Rosario, estas son cifras que son sinónimo de estancamiento, «pero dentro de las consideraciones sobre qué sectores crecen, emerge la preocupación del empleo como medio de abrir oportunidades para la población», dice.
Al revisar las cifras de desempleo, Colombia se presenta como el país con indicadores más altos, con niveles persistentes que nutren las tasas de crecimiento de la informalidad (en la que se sitúa actualmente el 48 % de la población económicamente activa del país).
«En Colombia es posible advertir que el empleo no se genera tanto como sería deseable al determinar los grandes sectores productivos que empujan el aumento de producción. Estos sectores que crecen no tienen un mayor efecto multiplicador en la generación de puestos de trabajo formales (…) Son los sectores financieros, un poco el repunte en la agricultura y los sectores mineros y petroleros los que han generado mayores aumentos para el producto interno bruto. Estos sectores, con excepción de la agricultura, no impactan tanto como sería deseable en los niveles de generación de oportunidades laborales para la población», expone el Ph.D. de la University of Pittsburgh/Harvard.
Para Reyes, se debe tener en cuenta que el sector agrícola aumentó casi un 5 %, pero venía de cifras bajas, con lo que se evidencia un efecto de “rebote estadístico”. En todo caso, la industria, que genera un componente importante en la promoción del empleo formal deja ver que 23 de sus 39 subsectores tienen cifras en déficit.
«Es alentador que el comercio haya crecido. Se estima que el consumo es responsable de un 64 % del aumento de la producción en el país, pero esta variable no ha tenido un gran repunte; entre otras causas, por el aumento del impuesto del IVA, el cual ha alcanzado el nivel de 19 %», dice Reyes.
Una quinta parte del precio de los bienes y servicios que son afectados por esta tributación tiene sobrecargo de impuesto. «Se trata de una modalidad de ingresos fiscales regresiva, y por tanto terminan pagándola más, en términos marginales, quienes menos salario poseen», afirma.
Desde el punto de vista de Reyes, para que el crecimiento económico del país sea sostenible requiere de una política fiscal y monetaria expansiva que no descuide la inflación, pero que ante todo, promueva un aumento de la producción y que se fortalezca la capacidad empresarial, el emprendimiento y la innovación. Otro aspecto a considerar es el impacto que está teniendo la drástica devaluación del peso colombiano.
Finalmente, Reyes indica que la devaluación del peso, más que impulsar las exportaciones, está conformando un escenario con más presiones inflacionarias al imponerse ahora un dólar más caro. «Además, se requieren componentes importados para la generación de productos en lo internacional», concluye.
* Con información de Portafolio.