Desde el punto de vista de Fedesarrollo, en Colombia se debe terminar con la competencia entre los regímenes pensionales, RPM y RAIS, y trabajar para que estos se complementen. La propuesta de la entidad consiste en cuatro pilares, que a continuación explicamos.
Desde el punto de vista de Fedesarrollo, en Colombia se debe terminar con la competencia entre los regímenes pensionales, RPM y RAIS, y trabajar para que estos se complementen. La propuesta de la entidad consiste en cuatro pilares, que a continuación explicamos.
Fedesarrollo, a través de su informe mensual del mercado laboral de abril de 2018, y a partir de las debilidades del sistema pensional detectadas por la entidad, plantea los lineamientos para una propuesta de reforma pensional, donde se establezca un cambio integral al sistema de protección económica para la vejez en Colombia.
Esta propuesta se basa en el concepto de sistema multipilar, el cual se caracteriza por contar con varios módulos, que cumplen funciones diferenciadas y complementarias. Su diseño se compone por cuatro elementos (tres contributivos y uno no contributivo), que mencionamos a continuación:
En nuestro país, los dos regímenes contributivos funcionan como si estuvieran compitiendo y no se complementan. Lo anterior, quiere decir que el régimen de prima media y el RAIS buscan cubrir la misma población: trabajadores formales con ingresos superiores a un salario mínimo y altas densidades de cotización. Los requisitos y beneficios diferenciados entre los dos regímenes promueven el arbitraje de los afiliados, para mejorar sus tasas de reemplazo a costa del erario público.
Frente a los pilares uno y dos, la hipótesis en que se basa la propuesta de Fedesarrollo es acabar con la competencia que opera actualmente en los dos regímenes, y crear mecanismos para que se complementen. El concepto de afiliado en los dos regímenes ya no existiría, y todos los cotizantes estarían registrados en ambos a través de una afiliación única al sistema contributivo.
Es así como el pilar uno, dice el informe, recibiría las cotizaciones de todos los trabajadores formales por el primer salario mínimo mensual legal vigente –smmlv–. Por otra parte, el pilar dos recogería las contribuciones de cada trabajador por encima del primer smmlv, para ahorrarlas en su cuenta individual en las administradoras de fondo de pensiones –AFP–, y de esta forma complementar la pensión básica (por ejemplo: un trabajador cuyo ingreso mensual sea de 4 smmlv cotizará sobre 1 smmlv al pilar uno y sobre 3 smmlv restantes al pilar dos).
La tasa de reemplazo al final de la vida laboral se obtendría al sumar la prestación básica entregada por el pilar uno, de carácter público y operado por Colpensiones, más la renta vitalicia resultante del ahorro individual del pilar dos.
Basado en lo anterior, las pensiones otorgadas en conjunto por ambos regímenes serían superiores a un salario mínimo, y crecientes a medida que los trabajadores hagan mayores contribuciones. Con este mecanismo, se busca compensar el ahorro con mayores beneficios pensionales, lo que hoy no existe en los dos regímenes, ya que las personas que cotizan entre 1 y 1,5 smmlv en el RPM, y entre 1 y 3 smmlv en el RAIS, reciben la misma mesada sin importar el diferencial en el valor de sus aportes.
Para la pensión otorgada por el pilar uno existe un subsidio, en la medida en que se mantenga la restricción del salario mínimo para la pensión básica. La propuesta de Fedesarrollo es que Colpensiones otorgue un subsidio decreciente, a medida que el ahorro total de los afiliados (pilar uno y pilar dos) sea mayor; así se asegura que los subsidios se focalicen en las personas más pobres, ya que la tasa de reemplazo sería de 100 % para quienes cotizaron siempre sobre 1 smmlv, y se va reduciendo a medida que el ahorro total por cotizaciones en el pilar dos es mayor.