Vanessa Ospina afirma que implementar sistemas de administración de riesgos es sinónimo de reducir pérdidas económicas y operativas.
En las empresas debe existir conciencia y cultura, además de pensamiento visionario y responsabilidad en la toma de decisiones, para así mitigar los riesgos.
Vanessa Ospina afirma que implementar sistemas de administración de riesgos es sinónimo de reducir pérdidas económicas y operativas.
En las empresas debe existir conciencia y cultura, además de pensamiento visionario y responsabilidad en la toma de decisiones, para así mitigar los riesgos.
Vanessa Ospina Palacios, directora del Congreso Nacional de Prevención de LA/FT, explica en #CharlasConActualícese que la gestión de riesgos es el proceso que se realiza para identificarlos y gestionarlos y, de esta manera, saber a los que puede estar expuesta una organización.
La gestión de riesgos, además, sirve para validar la eficiencia de los controles y crear planes de acción que ayude a mitigarlos, aprovecharlos o, en caso de que no se puedan prevenir, contar con una estrategia que permita reducir las posibles pérdidas en las empresas:
La idea es volver más robustos los controles en medio de la pandemia. Los planes de acción se refieren a los riesgos bajos y los planes de tratamiento se encaminan a los moderados y altos.
Implementar sistemas de administración de riesgos es sinónimo de reducir pérdidas económicas y operativas.
Se estima que el volumen de activos lavados en Colombia asciende a 7,5 % del PIB (64 billones de pesos), según un estudio del Banco Mundial. Al respecto, Ospina Palacios asegura lo siguiente:
Este porcentaje se incrementó con la pandemia, por lo que los entes de control y empresas deben estar actualizados en el tema de gestión de riesgos.
Para esta contadora pública, magíster en Administración de la Universidad del Valle, conferencista y asesora experta en riesgos y auditoría, existen varios componentes al interior de las empresas que juegan un papel importante para reducir riesgos:
En las empresas debe existir conciencia y cultura; pensamiento visionario; responsabilidad en la toma de decisiones; comunicación; y evaluación de la relación costo/beneficio.
Por otra parte, el blindaje institucional en pérdidas operacionales y de recursos, el apoyo a políticas gubernamentales en contra de actos delictivos y el favorecimiento de la imagen corporativa son algunos beneficios que se obtienen al mitigar los riesgos.
Cuando una organización no implemente un sistema de administración de riesgos, podría exponerse a un conjunto de riesgos como los siguientes:
La primera etapa al desarrollar un sistema de administración de riesgos es realizar un diagnóstico en el que se destaquen los siguientes puntos:
Ospina Palacios sugiere que la identificación de los riesgos constituye el segundo paso en la elaboración de este sistema:
Un segundo paso es identificar los riesgos de LA/FT inherentes al desarrollo de la actividad de la empresa. Adicionalmente, identificar los eventos de riesgo de LA/FT a los cuales está expuesta la empresa en cada uno de los factores de riesgo.
Lo recomendable en este punto es enumerar los eventos de riesgo, definir lo que podría suceder y determinar cómo y por qué puede suceder.
Es importante que al interior de la organización se realice un seguimiento del sistema de gestión del riesgo:
La empresa debe asegurar que los controles sean comprendidos por las áreas de la organización y que estén funcionando oportuna y efectivamente.
Para ella, es importante desarrollar un proceso de seguimiento efectivo que facilite la rápida detección y corrección de las deficiencias en las etapas del sistema.