Horacio Ayala explica que siempre que se habla de tributación de personas naturales se intenta aumentarles impuestos a asalariados y a quienes devengan rentas de trabajo.
Afirma que está bien que se cobre una pequeña suma a las pensiones medianas y que se deben gravar las altas.
Horacio Ayala explica que siempre que se habla de tributación de personas naturales se intenta aumentarles impuestos a asalariados y a quienes devengan rentas de trabajo.
Afirma que está bien que se cobre una pequeña suma a las pensiones medianas y que se deben gravar las altas.
Horacio Ayala, contador público y exdirector de la Dian, afirmó en #CharlasConActualícese que no es el mejor momento para conseguir recursos a través de una reforma tributaria. Además, el Gobierno se apresuró en presentar un proyecto de ley que estaba afectando duramente a la clase media baja:
No fue una buena idea tratar de introducir el IVA a los servicios públicos, a los servicios exequiales y a los alimentos esenciales. Hay que admitir que este impuesto quedó más desprestigiado de lo que estaba con motivo de las propuestas hechas por el Gobierno.
Para él, la mayor preocupación en estos momentos tiene que ver con el hecho de que cualquier determinación respecto al impuesto sobre la renta, que solo tendría efectos para el año gravable 2022, salvo por algunos anticipos y la retención en la fuente, causaría el recaudo de recursos en 2023:
Lo que se haga en estos momentos en materia de renta se demorará en rendir frutos. De esta forma, Gobierno y Congreso no la tienen fácil para conseguir recursos de manera inmediata. Habría que hacerlo a través de los denominados impuestos instantáneos como el IVA, el impuesto al consumo y el 4 x 1.000, pero el ambiente no está para esto.
Otro aspecto que genera preocupación para Ayala es que el proyecto de ley retirado por el Gobierno buscaba incrementar la tributación de las personas naturales:
Insisto en que el origen de esta intención de gravar más a las personas naturales tiene su asiento en las estadísticas macroeconómicas. Se sabe que las personas naturales en Colombia no tributan al mismo nivel de las jurídicas. La comparación que se hace con lo que ocurre con otros países de la OCDE es la que siempre se usa como argumento para que más personas naturales tributen.
Para él, el argumento es válido, pero su preocupación radica en que siempre que se habla de tributación de personas naturales se intenta aumentarles los impuestos a los asalariados y a quienes devengan rentas de trabajo (profesionales e independientes), y se deja el resto a un lado.
Dice que en Colombia la retención en la fuente más alta es la que se aplica a los salarios, honorarios y comisiones; es decir, a las rentas de trabajo, pero se ha dejado a un lado la tributación de las personas naturales por otras rentas, por ejemplo, las rentas de capital: «Hace tiempo que las utilidades en rentas de bolsa no tributan».
Otro aspecto que llama la atención es que en Colombia se han vendido grandes empresas, como Bavaria y algunas cementeras, y estas ventas no tributaron un solo peso en el país, debido al régimen que impera en este sentido, lo que no se ve como un punto equitativo en la forma de tributar.
Afirma que la capacidad tributaria de las rentas de trabajo en Colombia es muy baja:
Existe un principio universal que indica que a los contribuyentes no se les pueden cobrar impuestos desde el primer peso que reciben. Esto tiene que ver con el mínimo vital. La tributación debe empezar a partir de las sumas que el contribuyente requiere para poder vivir decentemente.
Cuando se hacen cuentas sobre a partir de cuántos salarios mínimos debe comenzar la tributación, comenta Ayala, hay que tener en cuenta que dicho piso debe ser, por lo menos, el indispensable para que el contribuyente pueda vivir dignamente:
Insisto en que no se puede, como se ha intentado, subir las cargas de las personas naturales que devengan rentas de trabajo en la medida que no es equitativo.
Sobre las grandes pensiones, no las de los fondos privados, sino las que están a cargo del Estado, cree que están muy subvencionadas:
Infortunadamente, el sistema pensional no está bien diseñado y por esto es que las pensiones más altas presentan esta particularidad. Es justificado que las pensiones altas se graven.
Ayala recuerda que las pensiones están gravadas con el impuesto sobre la renta desde el primer peso a través del régimen simple de tributación:
Está bien que se cobre una pequeña suma a las pensiones medianas, pero sí se deben gravar las altas. Esta es una forma de incrementar la tributación de las personas naturales.