Al momento de reconocer derivados financieros solemos toparnos con diferentes inconvenientes, esto se debe a que al estar sujetos a la especulación, tienen un tratamiento más complejo que otros tipos de contratos. En este editorial explicamos cuál es el tratamiento contable que debe aplicarse a estos elementos.
Al momento de reconocer derivados financieros solemos toparnos con diferentes inconvenientes, esto se debe a que al estar sujetos a la especulación, tienen un tratamiento más complejo que otros tipos de contratos. En este editorial explicamos cuál es el tratamiento contable que debe aplicarse a estos elementos.
A continuación, daremos respuesta a la siguiente inquietud: ¿Cuál es el tratamiento contable que se debe aplicar para los derivados financieros como forwards, swaps, y futuros de especulación?
Para dar respuesta a esta pregunta se requiere precisar que, en términos generales, los derivados financieros son acuerdos de compra y venta que surgen de un activo subyacente (producto de referencia como materias primas, índices, títulos valores, divisas) a un valor definido y en una fecha futura específica; estos negocios pueden ser: derivados de especulación en donde se busca obtener utilidades de acuerdo a las fluctuaciones del mercado, o derivados de cobertura donde las entidades buscan mitigar el riesgo al que se exponen como consecuencia de los cambios en los valores del activo subyacente en el mercado.
Lo más común en empresas distintas a las entidades financieras es que se presenten derivados de cobertura, de ser así la entidad debe reconocer la ganancia o la pérdida que se le va a generar en el contrato. Veamos un ejemplo:
La entidad Financiera SA debe pagar un dinero a un proveedor del extranjero y realiza un forward a tres meses con la entidad Prestadora SA, estableciendo que al término del contrato esta entidad le venderá 1.000 dólares sosteniéndole un valor de $2.900 por dólar. Al cabo de los tres meses el dólar está en $3.100. La Financiera SA debe contabilizar una pérdida resultante del contrato el proveedor por el incremento del valor del dólar, mientras que respecto al forward obtendría una ganancia ya que el valor pactado por el dólar es inferior al valor actual. El contrato de forward da lugar a un activo financiero con saldo positivo en el estado de resultados que se cruzaría con la pérdida que tenga con el proveedor, generando así un efecto neto en el estado de resultados.
Ahora bien, en contratos de especulación se debe aplicar la sección 12 del Estándar para Pymes y medir el contrato al valor razonable, como resultado de tal medición se generará una ganancia o pérdida a cada fecha de corte.