Este artículo fue publicado hace más de un año, por lo que es importante prestar atención a la vigencia de sus referencias normativas.
“Asegure, asesore y anticipe” conforman la trilogía y propuesta de valor de la auditoría interna 3.0, según Deloitte, cubriendo lo básico mientras se avanza hacia las actividades que entregarán valor nuevo para la organización. Líderes de esta área en las empresas deben ampliar su pensamiento y métodos.
La consultora Deloitte, en su documento Auditoría Interna 3.0: el futuro de la auditoría interna es ahora plantea una tríada de valor que buscan los inversionistas internos y externos, por parte de una auditoría interna. Estos son asegurar, asesorar y anticipar. Lo anterior ha sido confirmado en valoraciones externas de calidad realizadas por Deloitte para funciones de auditoría interna, en entrevistas con más de 200 ejecutivos senior y presidentes del comité de auditoría.
Desde el punto de vista de la publicación, el aseguramiento constituye y permanece siendo el rol central de la auditoría interna. Sin embargo, el rango de actividades, problemas, y riesgos a ser asegurados deben ser más amplios y más en tiempo real que como lo ha sido en el pasado.
«El aseguramiento sobre los procesos centrales y los riesgos verdaderamente grandes es esencial, pero también lo es el aseguramiento alrededor del gobierno de la decisión, lo apropiado de los comportamientos dentro de la organización, la efectividad de las tres líneas de defensa, y la vigilancia de las tecnologías digitales», indica Deloitte. El aseguramiento es central para el rol de la auditoría interna, pero no puede ser el límite.
Asesorar a la administración sobre la efectividad del control, iniciativas de cambio, mejoramiento de la administración del riesgo relacionado con las tres líneas de defensa y otros puntos, incluyendo efectividad y eficiencia del negocio, es adecuado dentro del rol de la auditoría interna y las expectativas de los inversionistas. Un rol fuerte de asesoría es clave para maximizar el valor de la auditoría interna.
Anticipar los riesgos para asistir al negocio en el entendimiento de los riesgos y diseñar respuestas preventivas transforma a la auditoría interna, ya que pasa de ser una función predominantemente de mirada hacia atrás que reporta sobre lo que estuvo mal, a ser una función prospectiva que promueve la conciencia de lo que podría ir mal y qué hacer frente a ello antes de que ocurra.
«La auditoría interna se vuelve más proactiva y, mediante sus roles de aseguramiento y asesoría, ayuda a que la administración intervenga antes que los riesgos se materialicen», indica el informe.
«Pensar que las mismas personas operando de la misma manera con los mismos recursos pueda entregar el valor que los inversionistas necesitan ahora, y mucho menos avanzar, equivale a una falla de imaginación», indica la publicación. La auditoría interna 3.0 desafía a los líderes de auditoría interna a que amplíen su pensamiento, métodos, y relaciones hacia dimensiones nuevas, más amplias, más profundas.
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