Este artículo fue publicado hace más de un año, por lo que es importante prestar atención a la vigencia de sus referencias normativas.
La materialidad está presente a través de todo el proceso contable y su evaluación es fundamental para que la información financiera cumpla con su objetivo de ser útil para la toma de decisiones. Por eso, se mencionan algunas recomendaciones que deben seguirse para determinarla correctamente.
A continuación, daremos respuesta a la siguiente inquietud: ¿qué pasos debe seguir una entidad para realizar una adecuada evaluación de materialidad?
Para resolver esta pregunta iniciamos mencionando que la materialidad es la característica que evalúa el impacto de la información incluida en los estados financieros de una entidad sobre las decisiones de los usuarios que los consultan. De suerte que puede entenderse que si se omite cierta información o se presenta de forma errónea, puede conducir a que se tomen decisiones equivocadas. Por esto es importante que la entidad tenga presente la evaluación de la materialidad en el momento de diseñar sus políticas contables, puesto que estos son los criterios bajo los cuales la entidad reconoce, mide y revela la totalidad de las transacciones en las que incurre.
Juan David Maya, líder en investigación de Estándares Internacionales comparte algunas recomendaciones para realizar una correcta evaluación de la materialidad:
El primer paso al evaluar la materialidad de un hecho económico es preguntarse si el usuario que revise los estados financieros podría cambiar su opinión respecto a una decisión que vaya a tomar. En este sentido, es necesario considerar que la materialidad se puede evaluar en términos cuantitativos y cualitativos.
La parte cuantitativa está relacionada con el valor de la transacción. Por ejemplo, existen ciertos bienes que adquiere una entidad, los cuales, aunque cumplan la definición de propiedad, planta y equipo no se clasifican como tal, debido a su valor; este es el caso de las cosedoras que, pese a que duran más de un año y se utilizan para el apoyo administrativo, no se clasifican como propiedad, planta y equipo, por su bajo valor. Por el contrario, cuando se trata de activos con un valor material alto no puede tomarse esta determinación de llevarlo al gasto, pues se vería afectada la utilidad del período.
Adicionalmente, es posible que la entidad establezca límites a la materialidad, los cuales puede calcular sobre el sobre el valor de sus activos, o sobre el valor de la utilidad antes o después de impuestos. Aunque estas mediciones suelen ser utilizadas en mayor medida por parte de los auditores en sus revisiones a los estados financieros, son de utilidad para que la entidad cuente con un respaldo al momento de realizar sus evaluaciones sobre esta característica.
Al respecto, puede profundizar sobre esta tema en nuestro análisis Realización de juicios sobre materialidad: análisis de documento de práctica n.° 2.
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