Con el Manual para la Detección de Cohecho y Corrupción para Inspectores Fiscales y Auditores Fiscales, se busca sensibilizar a dichos profesionales respecto a temas relacionados con el cohecho y diversas formas de corrupción.
Con el Manual para la Detección de Cohecho y Corrupción para Inspectores Fiscales y Auditores Fiscales, se busca sensibilizar a dichos profesionales respecto a temas relacionados con el cohecho y diversas formas de corrupción.
La Secretaría de Transparencia de la Presidencia de la República ha dado a conocer el Manual para la Detección de Cohecho y Corrupción para Inspectores Fiscales y Auditores Fiscales.
Es de gran importancia que los contadores públicos, auditores y revisores fiscales conozcan este manual, el cual está relacionado con el artículo 32 de la Ley 1778 del 2 de febrero del 2016, que modificó el artículo 7 de la Ley 1474 del 2011, relacionado con el tema del secreto profesional de los revisores fiscales.
El propósito de este manual es sensibilizar a los inspectores fiscales y auditores respecto a temas relacionados con el cohecho y otras formas de corrupción. El manual proporciona orientación sobre la forma de reconocer los indicadores de posible cohecho o corrupción que dichos profesionales puedan encontrar durante las inspecciones y auditorías fiscales.
Los instrumentos clave para los inspectores fiscales y auditores para disuadir a los contribuyentes de participar en actos de cohecho y corrupción son:
La corrupción es uno de los principales obstáculos para el desarrollo económico, político y social sustentable para las economías en vía de desarrollo, emergentes y desarrolladas. La corrupción reduce la eficiencia y aumenta la desigualdad. Se estima que el costo de la corrupción equivale a más del 5% del PIB mundial, equivalente a 2,6 trillones de dólares, con más de 1 trillón de dólares pagados en cohecho cada año.
Los costos de la corrupción se pueden percibir de diferentes maneras. Comúnmente los inversionistas se encuentran renuentes a invertir en países donde los sistemas son percibidos como corruptos, dado que reduce la capacidad de evaluar la probabilidad de riesgo o el retorno sobre su inversión. Los procesos burocráticos pueden ser retardados, tanto por servidores públicos corruptos como por mecanismos introducidos para identificar y combatir la corrupción. Tal fenómeno también puede estar relacionado con otras actividades delictivas, como la defraudación fiscal, el lavado de dinero y la delincuencia organizada.
La corrupción se puede encontrar en distintas formas, incluyendo el amiguismo, nepotismo y clientelismo. Los tipos de corrupción que los inspectores fiscales y los auditores podrían encontrar en el desarrollo de sus funciones incluyen: el cohecho, la malversación y la extorsión.
El cohecho consiste en ofrecer, prometer o dar un pago indebido u otra ventaja a un servidor público o tomador de decisiones, con la intención de que este actúe o se abstenga de actuar en relación con el desempeño de sus funciones.
En general, en cualquier transacción de negocio en donde ocurre cohecho, se presentan: la persona que ofrece el cohecho –sobornador–, la persona que acepta el pago por cohecho –persona sobornada– y las organizaciones o empresas a las que representan. En ocasiones estas organizaciones son víctimas directas del cohecho, como por ejemplo una agencia gubernamental que sobrepaga por los servicios, como parte de un esquema de soborno, o la organización privada que celebra contratos en condiciones desfavorables como resultado de las acciones de las personas que ofrecieron y aceptaron el cohecho. También puede haber muchas víctimas indirectas, incluyendo las personas afectadas por el desvío de recursos que debieran ser destinados a servicios públicos o las empresas que respetando y actuando bajo la ley pierden contratos, ya que se niegan a pagar sobornos.