Este artículo fue publicado hace más de un año, por lo que es importante prestar atención a la vigencia de sus referencias normativas.
La dinámica de la nueva economía ha hecho que los consumidores se vuelquen hacia modelos de consumo flexible, como el renting; una oportunidad para cambiar el paradigma de la propiedad como única manera de disfrutar de activos y de aligerar cargas financieras y tributarias.
Las nuevas capacidades tecnológicas, los nuevos hábitos de consumo y un mercado cada vez más abierto han obligado a las empresas a evaluar sus modelos de negocio e invertir en procesos de transformación digital.
Uno de los nuevos modelos de negocio que ha surgido a partir de las necesidades del mercado es el pago por uso. Con este, los consumidores cuentan con la flexibilidad de pagar de acuerdo con el uso que le dan a determinado producto o servicio. Este nuevo modelo de consumo disminuye y, en algunos casos, casi que elimina la fricción que existe entre un deseo y la satisfacción de una necesidad.
El renting está en auge en el mundo y presenta una tendencia al crecimiento, porque responde y se ajusta a las necesidades, hábitos, estilos de vida y expectativas de los nuevos usuarios.
De acuerdo con Renting Colombia, el renting es un servicio mediante el cual una persona o una compañía toma en arrendamiento un vehículo o flota de vehículos por un período de tiempo determinado, para disfrutarlo como si fuera de su propiedad, con total autonomía y sin las desventajas de ser dueño de los activos.
Así como una nueva generación de consumidores se habituó a un mundo de suscripciones y de “pagar por lo que necesito cuando lo necesito”, en especial en el sector del transporte (Uber), el turismo (Airbnb) y el entretenimiento (Netflix), la industria de la automoción también está migrando al XaaS (everything as a service o todo como servicio), que representa los modelos de negocio basados en servicios.
XaaS, explicado por la firma Deloitte, visualiza las capacidades, los productos y los procesos comerciales, no como ofertas verticales que operan individualmente en silos, sino como una colección horizontal de servicios a los que se puede acceder y aprovechar a través de los límites internos de la organización y cada línea de negocio.
En el sector automotor, la transición se está dando hacia la MaaS (movility as a service o movilidad como servicio). Algunas empresas están ofreciendo alternativas de movilidad diferentes a la adquisición tradicional o financiación con otros actores del ecosistema.
Ford, por ejemplo, está invirtiendo en startups tech que le permitan a la compañía ofrecer un amplio conjunto de productos y servicios que mejoren todas las capas del sistema de transporte. Esto incluye a los vehículos, por supuesto, pero también la infraestructura, la conectividad y los servicios digitales, con el fin de darle solución a los desafíos modernos del transporte.
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En España, a inicio de 2019, la Asociación Española de Renting de Vehículos –AER– registró 20.368 unidades matriculadas bajo el modelo de renting, presentando un crecimiento del 2,57 %, mientras que las ventas de vehículos disminuyeron en un 5,46 %.
Alt: El renting en Latinoamérica y España
Fuente: AER
En Colombia, según la Asociación Colombiana de Compañías de Renting –Asorenting–, a septiembre de 2019 la estimación del parque automotor con renting sumaba las 13.000 unidades repartidas entre vehículos comerciales y personales.
Lo que deben tener en cuenta las personas y las empresas es que, más que una tendencia, modelos como el pago por uso del renting serán la norma.
De acuerdo con la investigación Adapt to survive (Adaptarse para sobrevivir) de la firma Accenture, el 81 % de los ejecutivos y empresarios esperan que sus empresas administren múltiples modelos operativos en paralelo en el futuro.
En modelos financieros como el renting, que no es otra cosa que un arrendamiento operativo que puede incluir servicios –dependiendo del operador o arrendatario–, el valor mensual que pagan las empresas, por ejemplo, se toma como un canon de arrendamiento deducible al ciento por ciento (100 %) del impuesto de renta.
Lo mismo aplica para particulares, razón por la que el renting, inicialmente demandado por empresas de transporte y distribución, ahora amplía su mercado entre personas naturales que no tienen interés de invertir capital en un vehículo, disminuir su capacidad de endeudamiento, preocuparse por diligencias o trámites y mucho menos pagar impuestos.
En otras palabras, el renting permite disfrutar del bien sin necesidad de ser el propietario y todo lo que esto implica, por lo que se ha convertido en un modelo muy atractivo tanto para personas naturales como para empresas.
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El gran beneficio del renting es que permite disfrutar las ventajas de tener total disposición de un vehículo o flota de vehículos sin incurrir en el endeudamiento financiero o tener que reconocer activos.
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