Este artículo fue publicado hace más de un año, por lo que es importante prestar atención a la vigencia de sus referencias normativas.
Claudia Marcela Camargo, directora de impuestos de la consultora BDO, afirma que se debe atacar a las empresas que no pagan impuestos y que nunca han estado en la lupa de las autoridades. También dice que si más personas naturales pagan impuestos esto no necesariamente generará mayores ingresos.
Contadora pública especialista en derecho tributario y con 14 años de experiencia, Claudia Marcela Camargo, directora de impuestos de la consultora BDO, dice en entrevista con Actualícese que las exenciones tributarias para las empresas es un tema que se debe evaluar, ya que a estas se les debe exigir resultados. Estas deberían informar lo que la exención les permitió: mejoría en competitividad, contratación de personal, entre otros puntos.
La carga tributaria para las empresas colombianas es una de las más altas de la región, lo que sin duda afecta la inversión y la competitividad. Se logran reducciones, pero no estables, lo cual genera inseguridad jurídica frente a las inversiones.
Creo que una reducción en los impuestos a las empresas, debe ir acompañada de otros proyectos que generen el dinero que se requiere. Se debe seguir luchando contra la evasión y el contrabando, así como mejorar los planes de fiscalización, pero no contra las compañías que pagan sino contra aquellas que no lo hacen y que nunca han estado en la lupa de las autoridades tributarias.
No. Como lo decía anteriormente creo que deben explorarse otras alternativas que pueden ser más efectivas, que seguramente generan un esfuerzo mayor del Estado, pero no necesariamente la tributación de personas naturales genera mayores ingresos.
Siempre es un tema de evaluar. Considero que la última reforma tributaria hizo recortes importantes, pero también creo que las mismas son necesarias en ciertas industrias y sectores, pero sobre las cuales se deben pedir resultados; es importante que las compañías indiquen e informen lo que la exención les permitió, mejorar en competitividad, mejorar en número de empleados y todo aquello que sea controlado, con el fin de que se pueda medir lo positivo de las exenciones que se manejan.
Definitivamente tiene que existir uso de la información. Creo que las compañías preparan muchos reportes a la Dian y a veces se siente que toda esta información no se usa. Pienso que iniciar con planes de revisión de la información que se posee, refuerza y da utilidad a lo que ya se tiene. De otra parte, creo que el sistema de facturación electrónica mejorará el control del pago del IVA. A los funcionarios se les debe capacitar en temas técnicos para que atiendan a los contribuyentes.
Esta medida propuesta por Iván Duque puede ir en beneficio de los comerciantes, pero creo que no resuelve el problema de fondo. El aumento en la tarifa de IVA desde el año 2017, sin duda afectó el consumo y la dinámica de la economía, desincentivando el consumo y las compras. Es un tema que requiere cambios de fondo más allá que una estrategia puntual de mercado.
Los países pertenecientes a la OCDE tienen lineamientos no solo de carácter tributario sino sobre otras temáticas sobre las cuales es importante trabajar. Colombia al ser un reciente integrante, deberá iniciar por entender y conocer los compromisos que como miembro de esta organización tiene. No hay que perder de vista que los países que pertenecen a esta organización son considerados desarrollados, por lo que sin duda van adelante con sus políticas no solo fiscales sino en otros aspectos. Sin duda vendrán cambios impositivos de cara a lo que esta nueva calificación merece y con los cuales Colombia debe haberse comprometido.
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