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Cesantías no se deben retirar indiscriminadamente para saldar deudas o adquirir caprichos innecesarios

Para Alfonso Cotes, gerente de Mercadeo de Porvenir, aunque las cesantías pueden ser destinadas para estudio y vivienda, lo ideal es que el afiliado mantenga en su cuenta de cesantías, un ahorro para momentos de desempleo.

Fecha de publicación: 8 de junio de 2015
Cesantías no se deben retirar indiscriminadamente para saldar deudas o adquirir caprichos innecesarios
Este artículo fue publicado hace más de un año, por lo que es importante prestar atención a la vigencia de sus referencias normativas.

Para Alfonso Cotes, gerente de Mercadeo de Porvenir, aunque las cesantías pueden ser destinadas para estudio y vivienda, lo ideal es que el afiliado mantenga en su cuenta de cesantías, un ahorro para momentos de desempleo.

Si acaba de perder el empleo y no sabe cómo solventar los gastos, está planificando comprar o reformar una casa, pero no dispone del capital suficiente, o aspira a estudiar una maestría o especialización con el fin de ampliar sus posibilidades laborales, pero no puede permitirse financiar la matrícula, las cesantías son la llave perfecta para disponer de inmediato de un “colchón” financiero que le permita sortear verdaderos momentos de apuros.

Las cesantías son una prestación social equivalente a un mes de salario por cada año de servicios, o proporcional al tiempo trabajado, a la cual tienen derecho, tanto, los más de 7 millones de trabajadores formales en Colombia, que no devenguen el salario integral ($8’376.550 para 2015) como aquellos independientes que decidan hacer aportes de forma voluntaria.

Por ello, los empleadores consignan las cesantías a los trabajadores hasta el 14 de febrero, o lo hacen los independientes con el fin de acumular una reserva de dinero para enfrentar momentos difíciles, pero, especialmente, supondrán el mejor auxilio de desempleo.

Dadas las actuales condiciones del mercado, las cesantías se configuran como el gran aliado de los trabajadores, quienes deben tomar decisiones razonables para obtener una mejor rentabilidad para las mismas.

Alfonso Cotes, gerente de Mercadeo de la Administradora de Fondos de Pensiones y Cesantías Porvenir, piensa que el principal objetivo de las cesantías es: “Dar un auxilio monetario que ampare al trabajador que termine una relación laboral. En Colombia, un desempleado demora unos seis meses en promedio en conseguir un nuevo trabajo, tiempo que se torna insostenible para una persona que requiere generar constantemente ingresos para su manutención y la de su familia”.

Es así como las cesantías son vitales porque ayudan al trabajador a tener un soporte económico para cubrir sus gastos mensuales y poder enfrentar la pérdida de trabajo hasta lograr una nueva alternativa laboral.

“En definitiva, lo más importante es tener en cuenta la finalidad de las cesantías y no retirarlas indiscriminadamente para saldar deudas o adquirir caprichos innecesarios. La recomendación siempre es ahorrarlas para los momentos de inactividad laboral”, dice Cotes.

Inversiones a futuro, proyectos de vivienda y educación

A pesar de que el espíritu inicial de las cesantías es que operen como un auxilio de desempleo, la Ley 50 de 1990 brinda la posibilidad de que se destinen a otros fines como proyectos de vivienda y de educación. En este sentido, los trabajadores podrán disponer de estos recursos para financiar la matrícula en educación superior del trabajador o de su cónyuge o compañero(a) permanente y sus hijos; o para la adquisición, construcción y mejoras de vivienda, y para el pago de impuestos relacionados con la misma, como el impuesto predial.

“Sin embargo, lo ideal sería que el afiliado mantuviera en su cuenta de cesantías, un ahorro disponible para momentos de desempleo. Es decir, es recomendable que calcule el monto que requeriría para saldar sus compromisos en un período de 6 meses, si llegase a perder el empleo”, expresa Cotes.

¿Cómo rentabilizar las cesantías?

Para el Gerente de Mercadeo de Porvenir, esto depende del perfil de inversión y la expectativa de ahorro de cada persona. “Existen dos tipos de portafolios que permiten al afiliado distribuir sus recursos de cesantías: corto o largo plazo. Este sistema de ahorro permite al trabajador elegir uno u otro en cualquier momento, eso sí, respetando una serie de términos. Si desea ahorrar el dinero en el portafolio de corto plazo, es porque desea disponer del mismo en un período menor a 12 meses; y si elige el de largo plazo, es porque quiere ahorrarlo durante un año o más”.

Así que, si el objetivo es guardar las cesantías como un seguro de desempleo o para proyectos de vivienda o de educación de mediano y largo plazo, la mejor opción es el portafolio de largo plazo porque busca procurar una mayor rentabilidad en un mayor horizonte de tiempo.

No obstante, “si desea utilizar las cesantías para realizar mejoras en su vivienda o para proyectos de educación inmediatos y necesita retirar sus cesantías en un período inferior a un año, el portafolio que más le conviene es el de corto plazo porque si bien puede generar menor rentabilidad, está diseñado para inversiones a corto plazo”.

¿Cómo seleccionar el fondo de cesantías?

Hay factores esenciales a la hora de optar por la administradora que mejor se adapta a sus necesidades. Entre ellos, la seguridad, solidez, liquidez y accesibilidad a los servicios prestados por esta. Una decisión tan importante no debe tomarse a la ligera. Por lo tanto, el fondo escogido tendría que brindar a sus afiliados tanto un respaldo financiero como un servicio fácil, rápido y seguro las 24 horas, que a su vez, no sobra precisar, debe estar vigilado por la Superintendencia Financiera de Colombia.

“Ante todo es muy importante ser consciente, evaluar las oportunidades y proyectarse en el futuro. Tomar decisiones inteligentes respecto a sus finanzas personales le ayudará a no malgastar ni un peso y aprovecharlo en los momentos de inactividad laboral”, concluye Alfonso Cotes.

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