Se pretende llevar de manera sencilla conceptos y experiencias que aspiro les sean útiles en la definición de su proyecto de vida. De forma específica, me dirijo a los Contadores Públicos para que encuentren una orientación ética para su desempeño profesional.
Se pretende llevar de manera sencilla conceptos y experiencias que aspiro les sean útiles en la definición de su proyecto de vida. De forma específica, me dirijo a los Contadores Públicos para que encuentren una orientación ética para su desempeño profesional.
Como muchos, yo busqué con insistencia, soberbia y egoísmo, el éxito y la felicidad. Cuando creí que los había alcanzado sentí un tremendo vacío que me llevó a la depresión, al desencanto, a mi primer infarto y a la desilusión de ver que solo mi cambio de actitud frente a la vida, no había dado resultado. Y resultó que, estando en la clínica postrado, sucedió el cambio.
Encontré que había estado buscando el éxito fuera de mí, leyendo libros y asistiendo a charlas de actitud positiva, de auto estima, de liderazgo; había olvidado mi formación humanística. Decidí retomar ese camino y encontré que, en mi caso, la Fe era el camino para enfrentar los retos, las dificultades, las angustias, el estrés, la depresión, y la ruta para disfrutar plenamente cada logro, cada victoria, cada resultado.
La verdad nos hará libres. Pero, no la “verdad” de ahora, la que nos venden los medios de comunicación que promueven la vida fácil, el consumismo, el hedonismo y crean la ilusión de que todo se consigue con dinero y, peor aún, que el éxito es llegar a las grandes posiciones, acumular bienes materiales, detentar el poder, sin importar el precio.
La libertad basada en la verdad, traerá con ella el éxito, la alegría, la paz, la realización plena, material y espiritual en su vida. Por el contrario, nunca hallará la felicidad si la sigue buscando fuera de usted o creyendo que la sola actitud positiva ante la vida se la entregará.
¿Cómo llevarlo a la vida práctica?
Entendiendo que solo se llega al éxito con Fe, Amor y Acción. Las tres condiciones están dentro de usted, si no es creyente podrá decir en vez de fé, convicción, certeza, firmeza en el propósito o como diríamos escatológicamente, “verraquera”, pero el amor y la acción todos los tenemos.
Se trata pues de vivir la verdad para ser libres y darle así sentido a nuestra vida, como seguramente lo desea usted y lo alcanzará. Esa verdad se refuerza con la fe, o como afirma Anselm Grun: “He visto cómo esas personas encuentran en su fe una ayuda para orientarse ante sus sentimientos y pasiones y ante las inseguridades que brotan del inconsciente”. Personas como usted o yo, ya que “tener fe es tener la plena seguridad de recibir lo que se espera. Es estar convencido de la realidad de cosas que no vemos”.
Yo solo había aprendido lo que me dijeron mis maestros: que la fe era creer en lo que no vemos ¡De manera que me faltaba la mitad de la definición! ¡Qué diferente! De la confianza a ciegas, pasar a la certeza de lograr lo que se espera ¡Con razón no había triunfado! Sí. Triunfar es más que una meta. Es la certeza de lograr lo que se espera y disfrutar de lo alcanzado.
En consecuencia, déjeme felicitarle: si ya experimentó que su actitud positiva no es suficiente, está en lo correcto; si con humildad reconoce que solo no puede alcanzar el éxito, está en lo correcto; si ya descubrió que antes de convencer a los demás debe convencerse a sí mismo, está en lo correcto; si ya se dio cuenta que no se trata de esperar en los demás, de comprar su futuro en una lotería o un “baloto”, está en lo correcto; si entendió que amar es un verbo que no podrá conjugar si antes no se ama a sí mismo, está en lo correcto; si percibe que es dentro de usted (en su yo interior) que encontrará las llaves del tesoro, llamado vida, está en lo correcto; si, además, ha encontrado en el silencio, en la oración, en la meditación, momentos de paz y de sosiego, energía para vivir su hoy, su aquí y ahora, está en lo correcto; si ya aceptó (y así lo creo, más si tiene esta sencilla guía en sus manos) que solo no podrá, está en lo correcto; si ya aprendió que debe escuchar con humildad a los demás, está en lo correcto; si ya entendió que nadie más puede vivir la vida por usted, está en lo correcto; y si ya entendió que usted es el único responsable de ella, está en lo correcto.
Se trata entonces de recuperar valores olvidados como la humildad, la disciplina, la constancia, la sencillez, recuperar lo que llamamos buenos hábitos y fortalecer nuestro carácter para ser libres. Debemos recordar que solo actuar con la verdad nos dará esa libertad para enfrentar con ella los cantos de sirena del dinero fácil, del enriquecimiento acelerado, del poder que abusa y corrompe, de “maquillar” las cifras, no solamente las contables y financieras sino las estadísticas, las económicas, políticas y sociales, de no promover la “post-verdad” impuesta por los medios de comunicación, las tecnologías de la comunicación y las redes sociales. Es tan simple como decidir si nuestro actuar es ético o cuando menos respetuoso de la moral.
Cerramos como siempre con un aforismo, o mejor dos:
“No dejes para mañana lo que puedas hacer hoy” o “Si quieres caminar 14.000 Millas empieza ya” (proverbio chino).