Este artículo fue publicado hace más de un año, por lo que es importante prestar atención a la vigencia de sus referencias normativas.
El eCode, como se le conoce, es una nueva plataforma para el ejercicio profesional, la cual aprovecha las tecnologías modernas. A su vez, su contenido es más accesible, visible y fácil de usar. Cabe resaltar que el IESBA trabajó cinco años en la reestructuración del Código de Ética.
El 26 de junio de 2019, el Consejo de Estándares Internacionales de Ética para Contadores –IESBA, por sus siglas en inglés– lanzó el eCode, herramienta digital para que accedan los contadores públicos y conozcan el Código de Ética Internacional para Contadores Profesionales (incluidos los Estándares de Independencia Internacional). Cabe recordar que el Código de Ética reestructurado y revisado entró en vigor el 15 de junio de 2019.
«Además de las características y funcionalidades de tipo «aplicación», esta nueva plataforma demuestra mejor la arquitectura y la escalabilidad de los «bloques de construcción» del código», indica la página web del IESBA.
El Código Electrónico es el resultado de una iniciativa estratégica para aprovechar las tecnologías modernas, incluido el acceso móvil, a fin de que su contenido sea lo más accesible, visible y fácil de usar posible.
Además de la búsqueda y navegación mejoradas, el Código Electrónico incluye enlaces a recursos que brindan información contextual o explican las razones de las disposiciones particulares del mismo.
Stavros Thomadakis, presidente de IESBA, ha dicho que el eCode es una respuesta innovadora a las solicitudes de las partes interesadas para obtener más apoyo para la implementación. “La tecnología abre muchas oportunidades para mejorar la experiencia del usuario, y con el Código Electrónico hemos buscado formas creativas y atractivas de hacerlo. Creemos firmemente que el Código Electrónico facilitará enormemente la adopción, la aplicación coherente y la aplicación del código en el interés público», asegura.
La mayor retroalimentación que se tuvo antes de reestructurar el código es que en muchas jurisdicciones los organismos miembros de la IFAC buscaban que el código fuese más claro, sencillo y fácil de traducir. El IESBA trabajó durante cinco años en la reestructuración del código.
La estructura del código se ha vuelto más clara y mucho más sencilla, no solo en términos de los contenidos, sino también en separar los principios, requerimientos y el material de aplicación. Esto es importante porque para un país que elija legislar partes del código, puede por ejemplo legislar los requerimientos y no el material de aplicación, lo que es útil porque hay países que legislan únicamente los requerimientos del código.
Otra característica importante es que el código ha sido reescrito en un formato diferente, con frases simples y una sintaxis sencilla para que sea más fácil de traducir. Así que la claridad, traducibilidad e implementación mejorarán con el código reestructurado. La idea es que el código también sea más fácil de aplicar con fines de cumplimiento.
Dentro de la revisión normativa que planea realizar el CTCP, a través de su plan de trabajo, está trabajar en un proyecto para la actualización del Código de Ética, y para establecer recomendaciones que faciliten su aplicación en los procesos disciplinarios adelantados contra los contadores públicos.
La entidad procederá a recopilar, analizar y evaluar los cambios en el código, con miras a establecer ajustes en el marco técnico local y mejoras en los instrumentos utilizados para exigir su cumplimiento y establecer sanciones.
El Código de Ética es, en efecto, la norma de ética en más de 100 países, aproximadamente 120 jurisdicciones. Su implementación sigue en expansión. Claramente, la implementación trae consigo una retroalimentación sobre la necesidad de facilitar la aplicación del Código en todas las jurisdicciones. Recuerda que este es un código global, por lo que los organismos miembros de la IFAC en América Latina, Asia, África y otras partes del mundo se involucrarán.
Fundada en el año 2000 con la misión de “elevar el nivel profesional del Contador Público”
