Este artículo fue publicado hace más de un año, por lo que es importante prestar atención a la vigencia de sus referencias normativas.
Oscar Elías Herrera, decano de ingeniería TIC de la Universidad Piloto de Colombia, dice que así como en las transacciones físicas hay letra pequeña, la hay también en las de medios digitales; de ahí la importancia de leer muy bien y conocer la política de retracto o devolución en este tipo de comercio.
Oscar Elías Herrera Bedoya, decano de la Escuela de Ingeniería TIC de la Universidad Piloto de Colombia, afirma que Colombia es uno de los países más avanzados en la región en lo que tiene que ver con transacciones financieras a través de medios digitales, no solo desde el sector bancario, pasarelas de pago (PayU, MercadoPago, etc.) y superintendencias de forma preventiva; sino de mecanismos para atender situaciones de fraude a través del Centro Cibernético de la Policía Nacional.
«El comercio se ha fortalecido en la cultura de las transacciones digitales gracias a plataformas como Mercado Libre, Rappi, domicilios.com, Cabify, Uber, etc. así como tiendas digitales de comercio con presencia física como Falabella, Alkosto, Jumbo, desde luego con el acompañamiento de la Cámara Colombiana de Comercio Electrónico», afirma Herrera Bedoya.
Herrera Bedoya dice que el comercio electrónico actualmente mueve cerca del 5 % del PIB de Colombia, lo que representa una gran oportunidad y responsabilidad para empresas serias y comprometidas con la seguridad y el desarrollo de la sociedad. Dentro de los beneficios que reciben los usuarios al realizar compras a través de internet y no en los comercios directamente –además de lograr en muchos casos mejores precios–, está el acceder a un mayor catálogo de productos y servicios que no siempre están exhibidos en entornos físicos, pudiendo además compararlos en precio y en características de forma fácil y desde la comodidad del lugar favorito del usuario.
Sobre las recomendaciones a la hora de realizar compras a través de internet, Herrera Bedoya dice que «como en todo lo relacionado con los negocios físicos o virtuales, siempre es fundamental interactuar con comercios reconocidos o que expongan información fácil de contrastar, elementos de garantía, política de devoluciones y que desde luego generen confianza o que alguien cercano ya hubiese utilizado de forma exitosa».
Otro elemento fundamental es que al momento de realizar la transacción financiera la pasarela de pago utilizada sea reconocida y preferiblemente vigilada por la Superintendencia de Industria y Comercio. Y desde el punto de vista tecnológico, como mínimo que se acceda a ella a través del protocolo https.Sobre qué tan reales son las promociones que hay en internet, Herrera Bedoya afirma que siempre existirá la letra pequeña tanto en las transacciones físicas como en medios digitales, de allí la importancia de leer muy bien y conocer la política de retracto o devolución del comercio. «Una vez revisados estos elementos, desde luego que pueden existir grandes promociones en los distintos comercios electrónicos, muchos de los gastos o costos indirectos en los que incurre el comercio tradicional, son transferidos a los clientes en forma de descuentos, sin afectar los márgenes de ganancia o utilidades de los propios comercios», dice.
Antes que nada, dice el decano de la Escuela de Ingeniería TIC de la Universidad Piloto de Colombia, hay que validar que el sitio web donde se vaya a realizar la compra esté vigilado por autoridades colombianas, o cuente con una amplia reputación internacional, con certificaciones nacionales y/o internacionales, que tecnológicamente utilice pasarelas de pago reconocidas y que al intentar contactar al vendedor por medios digitales se logre una comunicación efectiva.
«Una señal importante de alerta inmediata es si se piden datos de la tarjeta de crédito para que sean almacenados en el propio comercio, o si no se muestran de forma clara políticas de entrega, devolución e información detallada de los productos», advierte Herrera Bedoya.
En caso de que uno de estos tipos de comercio copie los datos personales y de las tarjetas de crédito del usuario, es preferible no entregarles más información de la que sea estrictamente necesaria para la realización del negocio, como por ejemplo el dato de la dirección de entrega del producto. «Si llegado el caso se tiene alguna duda o desconfianza es importante denunciar al comercio y comunicarse lo más pronto posible con el banco o entidad financiera para ponerlos en conocimiento de lo sucedido, ya sea para iniciar procesos de reversión de pagos o para hacer cambio de plásticos», dice Herrera Bedoya.
Cabe anotar que hay bancos o entidades financieras que ofrecen tarjetas virtuales prepago para pagos en comercio electrónico. Estas no ponen en riesgo los recursos financieros de la tarjeta habiente, al no acceder a la línea de crédito del cliente.
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