Este artículo fue publicado hace más de un año, por lo que es importante prestar atención a la vigencia de sus referencias normativas.
Las partidas conciliatorias se deben analizar con el objetivo de determinar el tratamiento contable a seguir para presentarlas en los estados financieros. Hacerlo comprende observar las definiciones y principios de reconocimiento establecidos en el marco conceptual para la información financiera.
Las Normas de Información Financiera no establecen expresamente el tratamiento de las partidas conciliatorias. Debido a la inexistencia de un requerimiento en particular para las mismas, solo queda utilizar las definiciones y criterios de reconocimiento del marco conceptual para establecer el tratamiento adecuado.
Las conciliaciones de cuentas bancarias son un elemento presente en los cierres financieros desde hace años. Gracias a la tecnología se han desarrollado herramientas con las cuales se puede disminuir la cantidad de partidas sujetas a conciliación. No obstante, estas partidas aún tienen un gran impacto en algunos estados financieros.
Las partidas conciliatorias son diferencias que se presentan entre los saldos de los libros de contabilidad y los reportes generados por las entidades financieras, donde se mantienen los depósitos en cuentas de ahorro o corrientes. La existencia de estas partidas requiere que la entidad realice algunas contabilizaciones, para así minimizar su impacto en los estados financieros, ajustando al máximo los saldos de la contabilidad a la realidad financiera de la compañía.Este tipo de partidas tienen lugar cuando la entidad no posee un adecuado sistema de identificación de los ordenantes de las consignaciones que llegan a sus cuentas. Al margen de los riesgos que esto pueda traer en otros ámbitos, la existencia de estas partidas afecta el adecuado reconocimiento y medición de otras, como la de cartera.
El artículo 712 y los siguientes del Código de Comercio establecen el tratamiento de los cheques girados como títulos valores. En tales artículos se dictamina, entre otros aspectos, que el cheque incorpora una orden incondicional para que el banco le entregue los recursos a su portador.
De esta forma el girador del cheque le ha otorgado al portador del mismo el derecho a retirar determinados fondos del banco, lo que quiere decir que le ha cedido al portador o beneficiario el derecho a disponer de dichos recursos, y es este último quien tiene ahora control sobre ellos.
Así las cosas, el girador del cheque no debería presentar esta partida como efectivo en sus estados financieros.
Tenga en cuenta que un cheque diligenciado pero todavía no entregado no debe contabilizarse, ya que el título se entiende girado solo en el momento en el cual se entrega a su beneficiario final.
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