Este artículo fue publicado hace más de un año, por lo que es importante prestar atención a la vigencia de sus referencias normativas.
El Gobierno busca que se genere un aumento de 1,89 billones de pesos. La intención es cobrar un IVA del 20% a las gaseosas, las cuales están excluidas del impuesto de bebidas azucaradas, y subir del 16 al 20 el gravamen para los jugos de fruta empacados. El tabaco también está en la mira.
La semana inmediatamente anterior, el ministro de Salud, Alejandro Gaviria, propuso aumentar el impuesto a las bebidas azucaradas lo que generaría un aumento en el recaudo del orden de 1,89 billones de pesos. Desde el Ministerio, la iniciativa traería beneficios para la salud pública, pues desestimularía el consumo excesivo de estas bebidas.
Como lo anuncia La República, la iniciativa tiene cosas buenas y malas. “Lo bueno, porque se presentan fórmulas con conocimiento de causa y de cómo funcionan las arcas del Estado. Es una propuesta para evaluar y tener en cuenta en muy poco tiempo”.
Lo malo, para el medio de comunicación, porque no se puede abrir una compuerta para que todos hagan propuestas de nuevos impuestos. “¿Se imagina usted la avalancha de ideas novedosas de cada uno de los ministros? Ese papel lo debe tener la Dian y el mismo Ministerio de Hacienda. Creemos que tal misiva debió tramitarse primero con su homólogo de economía para que no se convierta en una práctica de todos los ministros”, se publica.
Está claro que pese al esfuerzo realizado por las distintas marcas de refrescos por reducir las calorías, aún siguen siendo bebidas poco aconsejables. Las gaseosas serían una de las grandes perjudicadas con esta medida.
La medida ha sido propuesta por la misma Organización Mundial de la Salud -OMS- y cuenta con el visto bueno del ministro de Salud. La decisión también ayudaría a las arcas del Estado, ya que, como se dijo anteriormente, permitiría recaudar 1,89 billones de pesos, y además traería enormes beneficios para la sanidad del país a través de la regulación de este tipo de productos.
Con la iniciativa se espera financiar el déficit de tres billones de pesos que arrastra la sanidad en Colombia, consiguiendo además reducir la obesidad entre los habitantes de nuestro país. Con las tres medidas que propone el ministro de Salud recaudarían casi 4 billones de pesos, que serían muy importantes para atender las grandes necesidades del sector sanitario.
El impuesto aplicado a las gaseosas estaría alrededor de los 100 y 150 pesos, lo que al año se recaudarían cerca de $700.000 millones de pesos. El ministro Gaviria ha dicho que en otros países, como México, también se ha manejado la posibilidad de crear impuestos para las bebidas azucaradas, llegando a gravar hasta el 40%.
Estos planteamientos, como era de esperarse, han provocado una fuerte oposición de las compañías que fabrican y distribuyen las bebidas azucaradas. Según ellas, y como lo publica la revista Semana, si se cobra el gravamen se produciría un drástico descenso en las ventas. El ministro señala que la propia organización para la cooperación y el desarrollo económico –OCDE– recientemente le recomendó al Gobierno continuar con los esfuerzos para financiar la salud “mediante la creación de impuestos dirigidos a productos que pueden contribuir a la carga de enfermedades crónicas: tabaco, bebidas alcohólicas y bebidas azucaradas”. La intención es cobrar un IVA del 20 por ciento a las gaseosas, que están excluidas de este impuesto, y subir del 16 al 20 el gravamen para los jugos de fruta empacados.
Con este nuevo impuesto se le haría frente al déficit que mantienen los hospitales del país, el cual puede rondar los 12 billones de pesos. El ministro de Salud, también piensa en aumentar los impuestos sobre el tabaco, otro de los productos que ha perjudicado a los hospitales. No obstante, esto solo son propuestas que deberían aprobarse.
Según la OMS en el mundo hay cerca de mil millones de fumadores, pero muchos países aplican impuestos extremadamente bajos al tabaco, y algunos ni siquiera implementan cargas tributarias especiales, lo que hace que no se disminuya el número de consumidores.
“Elevar los impuestos en productos de tabaco es una de las vías más efectivas y rentables de reducir el consumo de productos que matan, además de generar unos ingresos sustanciales”, dijo recientemente a los medios la directora general de la OMS, Margaret Chan. Así, la funcionaria invitó a los gobiernos a adoptar esta opción, una de las mejores disponibles para beneficio de la salud de los habitantes.
Solo 33 países del mundo, con una población de 690 millones de personas, cumplen esta recomendación y han fijado impuestos que suponen el 75% del precio de una cajetilla de cigarrillos. Cifras de países como China y Francia muestran que el aumento del precio del tabaco ligado a unos mayores impuestos lleva a una disminución del tabaquismo y de las enfermedades relacionadas, como el cáncer de pulmón.
Como lo publica El Colombiano, el ministro Gaviria dice que la Ley Antitabaco ubica al país a la altura de las legislaciones más modernas para el control del consumo de tabaco en el mundo. Sin embargo, en la práctica, pareciera que la ley no se cumple completamente, pues en el papel se prohíbe la “venta por unidad de los productos del tabaco y sus derivados y el uso de máquinas expendedoras o dispensadoras de productos de tabaco”, sin embargo, en algunas tiendas hoy es posible acceder al menudeo del cigarrillo, se consiguen desde 200 pesos la unidad. Y ni qué decir del consumo de menores, para ellos, por ahora, parece no haber obstáculos.
Fundada en el año 2000 con la misión de “elevar el nivel profesional del Contador Público”
