Germán Machado explica que las medidas tributarias tomadas generarán efectos en la caja, elevando el gasto público.
En el actual contexto, no hay más remedio que elevar la deuda para atender los desafíos.
Modernización de la Dian ya está generando resultados. Se espera que se profundicen rápidamente.
Germán Machado explica que las medidas tributarias tomadas generarán efectos en la caja, elevando el gasto público.
En el actual contexto, no hay más remedio que elevar la deuda para atender los desafíos.
Modernización de la Dian ya está generando resultados. Se espera que se profundicen rápidamente.
En todo caso, como señaló recientemente el ministro Carrasquilla, en contextos económicos como el actual no hay más remedio que elevar la deuda para poder atender los enormes desafíos que tenemos por delante.
Germán Darío Machado, asesor del Ministerio de Hacienda y Crédito Público, y docente de Economía Colombiana de la Universidad de Los Andes, afirma en entrevista con Actualícese que el Gobierno nacional ha venido trabajando para enfrentar con éxito la pandemia, reduciendo la cantidad de contagios y cuidando vidas, protegiendo las condiciones de vida de los grupos económicamente más vulnerables y, a la vez, mitigando los efectos macroeconómicos sobre el país.
«Los grandes objetivos son cuidar el empleo lo más que sea posible y garantizar que, una vez pasados los momentos más duros de la pandemia, la economía colombiana tenga una senda clara de recuperación. Las medidas tributarias que ha tomado el Gobierno Nacional hasta el momento, como, por ejemplo, el aplazamiento del calendario tributario y de la contribución parafiscal en el sector turismo, van en esa dirección al reducir la presión en la caja de las empresas», explica Machado.
Para él, la prioridad en esta situación es salvar vidas.
«En el aspecto económico, que es difícil para todos, las empresas y las personas naturales están fuertemente golpeadas, y el empleo es el indicador que más lo va a sentir en las cifras que iremos viendo en los próximos meses», dice.
Con la anterior perspectiva, el Gobierno nacional ha activado mecanismos para las personas naturales y las personas jurídicas con el fin de aliviar la situación económica.
«Además de las medidas tributarias, se permitió, por ejemplo, que los afiliados a los fondos privados de cesantías puedan retirar parcialmente sus cesantías, cuando tengan una afectación temporal en sus ingresos», describe.
De la misma manera, se fortalecieron los programas de Familias en Acción, Jóvenes en Acción y Colombia Mayor a través de giros adicionales, y ya se puso en marcha la devolución del IVA para los hogares más vulnerables del país.
También, para proteger a las empresas, indica Machado, se crearon líneas de crédito a través de Findeter y Bancóldex, que cuentan con el respaldo del Fondo Nacional de Garantías, permitiendo que las pequeñas y medianas empresas puedan acceder a recursos con mayor facilidad y con el respaldo del Estado colombiano que garantizará el 50 % del crédito.
Para Machado, es un hecho que la carga tributaria para las empresas en Colombia es elevada. De acuerdo con algunos ejercicios a partir de Doing Business-Banco Mundial, la tasa efectiva de tributación de una empresa en 2018 era 71,2 %, considerando renta, ICA, impuestos laborales y contribuciones y demás impuestos a cargo.
«Justamente con la intención de generar ganancias significativas en competitividad que estimularán la inversión y la generación de empleo, la Ley de Financiamiento del 2018 y la Ley de crecimiento de 2019 establecieron unas reglas que se traducirán en una reducción importante de la carga a las empresas, representada en una tasa efectiva de tributación que se reducirá rápidamente hasta llegar a niveles cercanos al 55 % en 2022», explica.
Adicionalmente, en el marco de la emergencia por el COVID-19, están disponibles 70 billones en créditos nuevos que servirán de apoyo para los emprendedores, las microempresas y las pymes que lo requieran, con una ventaja enorme: la nación garantizará el 50 % de la deuda.
«Lo anterior significa que, si el empresario no llega a poder pagar el crédito, la Nación paga la mitad. De esa manera esos créditos tienen el objetivo de garantizar una fuente de liquidez para todas las empresas, proteger el empleo de los colombianos y apalancar inversiones futuras que creen la senda de reactivación económica», afirma.
Para combatir la evasión y la elusión, el fortalecimiento de la Dian es fundamental. La modernización de la entidad ya está generando resultados que se espera que se profundicen rápidamente.
«En el corto plazo se terminarán de adelantar mejoras de gestión administrativa y de fiscalización que, junto con la implementación total de la factura electrónica y del Sistema Informático Electrónico de Tránsito Aduanero, hacen parte de las estrategias para atacar de forma más fuerte y directa la evasión de impuestos y al contrabando», indica Machado.
Es un hecho que, con la caída de la actividad económica, el recaudo va a ser menor de lo previsto y que no se alcanzará la meta de 158 billones de pesos del Plan Financiero. Además, «las necesarias medidas tributarias generarán efectos en la caja, que se sumarán a las medidas que el Gobierno Nacional está implementando para enfrentar la emergencia -que sin duda elevarán el gasto público-«.
Los ingresos del Gobierno nacional provienen en su inmensa mayoría del recaudo tributario, y otra fuente importante son los recursos de capital. En esta coyuntura, «con un menor recaudo esperado, la lucha contra la evasión a través del fortalecimiento de la Dian es muy importante», puntualiza Machado.
El asesor del Ministerio de Hacienda finalmente hace eco a las palabras del ministro Alberto Carrasquilla, en las que afirma que en contextos económicos como el actual no hay más remedio que elevar la deuda para poder atender los enormes desafíos que tenemos por delante.