Los contadores públicos tienen la responsabilidad ética de actuar protegiendo el interés público.
La IFAC recomienda que se distingan los elementos complicados y se resuelvan de una manera aislada de aquellos complejos que necesitan manejarse de manera más holística.
Los contadores públicos tienen la responsabilidad ética de actuar protegiendo el interés público.
La IFAC recomienda que se distingan los elementos complicados y se resuelvan de una manera aislada de aquellos complejos que necesitan manejarse de manera más holística.
Para ayudar a guiar a los profesionales contables, la Federación Internacional de Contadores –IFAC– publicó el documento Ethical leadership in an era of complexity and digital change, en el cual se afirma que como líderes éticos los contadores públicos ayudan a las organizaciones a navegar en aspectos éticos complejos, retos y oportunidades estratégicas.
Los contadores públicos tienen la responsabilidad ética de actuar protegiendo el interés público. El documento afirma que:
En un mundo complejo donde los valores impulsan las decisiones y la diversidad, los grupos de interés tienen una voz significativa, por lo que la responsabilidad ética presenta tanto oportunidades como desafíos.
Para aumentar su relevancia y valor en la profesión, los contadores públicos necesitan perfeccionar colectivamente sus habilidades y asegurarse «de que nuestra perspectiva se alinee con las necesidades de las partes interesadas».
Las sociedades y firmas de contadores públicos, por su parte, deben ser audaces, alentar y apoyar a contadores públicos para que posicionen los valores éticos.
Temas como la sostenibilidad, el cambio climático y la justicia social han hecho que el papel de los contadores públicos se haya ampliado. «Nuestros principios éticos y competencia pueden ayudar a dar forma a la toma de decisiones de nuestros clientes y organizaciones en estas áreas», sugiere IFAC en su publicación.
Muchos contadores públicos aseguran que se les pide con mayor frecuencia asumir roles o contribuir en discusiones por fuera de los límites tradicionales de la profesión para incluir elementos de incertidumbre más significativos.
Se consideró que un elemento clave de esta función ampliada era la expectativa de utilizar su posición inherente de confianza para dar credibilidad a los datos y la información.
Gestionar en medio de un ambiente complejo requiere de un cambio de mentalidad.
En vez de apoyarse en gran medida en reglas y análisis detallados, los contadores públicos debemos centrarnos en identificar la complejidad, evaluar sus implicaciones y amenazas resultantes, y la implementación de salvaguardas apropiadas para mitigar las amenazas y forjar una base sólida para el crecimiento y el progreso.
Debido a que las situaciones complejas a menudo incluyen implicaciones éticas, los contadores públicos deben incluir en su evaluación una consideración sobre cómo el cumplimiento de las normas y principios éticos pueden verse amenazados.
Por ejemplo, ¿hay incertidumbre sobre cómo responder de forma adecuada frente a las obligaciones de interés público? ¿La coyuntura hace que existan cambios rápidos que amenacen la confidencialidad o la capacidad de aplicar correctamente la competencia profesional?.
Gestionar situaciones complejas en un contexto empresarial es, en términos generales, una función de cuatro estrategias o tácticas: