Este artículo fue publicado hace más de un año, por lo que es importante prestar atención a la vigencia de sus referencias normativas.
La Norma Internacional de Contabilidad –NIC– 11 que aborda el tema de los contratos de construcción, fue diseñada con el fin de indicar el tratamiento contable tanto de los ingresos de actividades ordinarias como de los costos relacionados con esta operación. Lo anterior dado el elevado nivel de dificultad que representa asignar correctamente los recursos relacionados con dicho tipo de operaciones, pues por lo general estos empiezan y terminan en períodos diferentes, lo que puede causar disparidad e irrealidad de la información financiera que se lleva a los informes contables.
Por regla general, la NIC 11 se aplica de forma individualizada a cada uno de los contratos de construcción que ejecute la entidad, pero hay otros casos en los que aun cuando existe un solo contrato el estándar debe aplicarse de forma separada a todos los elementos identificables del mismo. Tal situación se presenta cuando:
Así pues, se entiende que aun cuando se haya pactado un solo contrato para la ejecución de una obra, si cada elemento fue negociado de forma independiente y de igual forma será ejecutado, entonces lo correcto será realizar el reconocimiento de los ingresos y costos de forma individualizada. Esto resulta muy coherente si se piensa en casos como la construcción de dos bodegas en simultáneo, donde por su tamaño una se demorará el doble que la otra, lo cual obliga a la separación de los elementos para la correcta asignación de ingresos y costos a cada tiempo real de ejecución de la construcción.
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