La NIA 220 detalla los procesos, procedimientos y elementos básicos a tener en cuenta cuando se realiza una tarea de control de calidad de las auditorías de los estados financieros. Dicha sección de la norma puede ser consultada en el Decreto Único de Convergencia; en este editorial recordamos algunos puntos.
La NIA 220 detalla los procesos, procedimientos y elementos básicos a tener en cuenta cuando se realiza una tarea de control de calidad de las auditorías de los estados financieros. Dicha sección de la norma puede ser consultada en el Decreto Único de Convergencia; en este editorial recordamos algunos puntos.
La guía para el control de calidad de la auditoría de los estados financieros preparados según las dinámicas del Estándar Internacional, está contenida en la Norma Internacional de Auditoría –NIA– 220 que puede ser consultada en el Anexo 4 del Decreto 2420 del 2015, la cual compiló toda la reglamentación vigente en relación a las Normas Internacionales de Información Financiera y de Aseguramiento de la Información.
La NIA 220 se refiere específicamente a las responsabilidades que el auditor o revisor fiscal, que realiza la revisión de estados financieros, tiene frente a los procesos de control de calidad determinados para llevar a cabo el trabajo en particular.
Ahora bien, el seguimiento de la calidad de la auditoría de estados financieros requiere en primera instancia evaluar el cumplimiento de los requerimientos mínimos de ética aplicables, la asignación de equipos a los encargos y la realización del trabajo como se indica en las siguientes líneas.
La primera condición indispensable para llevar a cabo un proceso de control de calidad sobre la auditoría de estados financieros, es que el titular de la operación pueda certificar su independencia en relación a la entidad en la cual se desempeñará; para tal fin:
Según las indicaciones de la NIA 220, para la conformación de un equipo de auditoría es fundamental que se cumplan dos condiciones: en primera instancia, quien prepara el grupo de trabajo debe tener plena certeza de que los profesionales que vincula tienen las capacidades y competencias para realizar el encargo, en total consonancia con las normas profesionales y los requerimientos legales y reglamentarios aplicables.
En segunda instancia, el equipo debe tener las habilidades pertinentes para la elaboración del informe final de auditoría que pueda satisfacer las necesidades de información del usuario y que además sea adecuado a las circunstancias.
Estas dos condiciones, aunque podrían parecer obvias, resaltan en la medición de importancia si se tiene en cuenta que en muchos casos los profesionales que ejercen este tipo de labores suelen tener mucho conocimiento en el campo, comprenden al detalle las normas para la preparación de información financiera y de igual forma tienen las herramientas para auditarla, y aun así se quedan cortos en cuanto a las habilidades de transmisión de ideas, bien sea de forma escrita u oral, siendo la primera la más importante y al mismo tiempo la más compleja.
Quien enlista los encargados para el ejercicio de la labor de auditoría, deberá seleccionar personal que cumpla con el perfil profesional requerido para la labor particular, pero que además se destaque por sus habilidades escriturales y comunicativas para transferir ideas.
Esta tarea se lleva a cabo mediante la puesta en práctica de varios roles: dirección, supervisión y realización; revisiones, consultas, revisión de control de calidad y evaluación de diferencias de opinión.
El rol de dirección, supervisión y realización estará a cargo del director del equipo, que para efectos de la NIA 220 es denominado “socio del encargo”, y que tendrá la responsabilidad de dirigir, supervisar y realizar el encargo de auditoría según las normas profesionales y los requerimientos legales y reglamentarios a los que haya lugar; de igual forma, será el responsable principal de la buena ejecución del informe de auditoría en función del contexto específico.
En el caso de la revisión, el rol principal será de responsabilidad del director del equipo que verificará que se cumpla totalmente con los manuales de políticas y procedimientos establecidos. De igual manera, al momento de la preparación del informe final verificará la existencia de la documentación de auditoría correcta, que una vez discutida con el equipo permita sustentar las conclusiones alcanzadas.
En el rol de consultas, aun cuando hay tareas fácilmente distribuibles en el equipo, la responsabilidad de coordinar y centralizar los resultados está en cabeza del director; los demás miembros ejecutarán las consultas que correspondan.
Las pruebas de control de calidad del encargo anteceden el último paso de evaluación de diferencias de opinión que, en caso de ocurrir, deberán ser resueltas según las indicaciones de las políticas y procedimientos de la firma de auditoría.