El 61 % de los colombianos encuestados creen que la corrupción en nuestro país ha aumentado. A lo anterior se suma el hecho de que la ciudadanía castiga fuertemente la acción del Gobierno en la lucha contra este flagelo, ya que el 59 % consideró que sus acciones no son las más acertadas.
74 % de los colombianos piensan que desde la ciudadanía y con acciones cotidianas es posible combatir la corrupción. Este es uno de los resultados que arrojó la encuesta de Transparencia Internacional, Barómetro Global de Corrupción. El porcentaje presenta una disminución frente a los dos reportes anteriores realizados en el 2013 y 2010, años en que esta cifra se ubicó en 79 % y 90 %, respectivamente.
«Pese a que el 61 % de los consultados consideró que la corrupción creció entre 2013 y 2016, el resultado más importante de esta encuesta es que el 74 % de las personas consideraron que la ciudadanía sí puede hacer una diferencia en la lucha contra la corrupción en nuestro país”, indicó Andrés Hernández, director ejecutivo de Transparencia por Colombia, Capítulo de Transparencia Internacional en el país.
Según la encuesta, el 65 % de los encuestados respaldó la afirmación que indica que en Colombia es aceptable denunciar un hecho de corrupción. Y el 74 % señaló que si fueran testigos de un hecho de corrupción se sentirían obligados a denunciarlo.
“Estos datos, que son muy valiosos en medio del desencanto y la desesperanza frente a los hechos de corrupción conocidos en el sector público, en la justicia y en el sector privado, nos indican que debemos elevar los niveles de sanción social y política a la corrupción”, indicó Hernández.
Para esto se requieren mecanismos más claros para la denuncia y una protección más efectiva para quien se atreva a hacerlo.
Otro punto sobre el que indagó el Barómetro fue el pago de sobornos en el acceso a servicios proporcionados por instituciones públicas:
Para el 61 % de los encuestados la corrupción en Colombia ha aumentado. En el 2010 este porcentaje correspondía al 28 % de los encuestados y en el 2013 al 56 %. A lo anterior se suma el hecho de que la ciudadanía castiga fuertemente la acción del Gobierno en la lucha contra este flagelo, ya que el 59 % de los encuestados consideró que sus acciones no son las más acertadas.
“Este escenario, compartido por los países de la región, está asociado a las investigaciones periodísticas que han desenmascarado la corrupción; a las investigaciones judiciales que han llevado a que, incluso presidentes de la República, hayan sido vinculados formalmente a las investigaciones; y a un mayor reconocimiento de este mal como un problema de las autoridades públicas”, indicó Hernández.
El Barómetro 2016 de las entidades más afectadas por este flagelo lo ocupó el Congreso con el 54 %; le siguen presidencia de la República y sus ministerios, con el 48 %; el concejo, 46 %; y la Policía, 41 %. El 37 % de las personas encuestadas consideraron que los jueces y magistrados también se encuentran involucrados en temas corrupción.
“Hoy sabemos que las redes de corrupción han logrado afectar instituciones fundamentales de nuestras democracias. Las respuestas no pueden limitarse a anunciar pactos simbólicos, reformas o medidas legales; es necesario que las instituciones tomen acciones urgentes de rendición de cuentas, mientras los procesos judiciales y los cambios normativos avanzan”, señaló Andrés Hernández.
* Con información de Transparencia por Colombia.