Invitados internacionales se hicieron presente en el Primer Ciclo Internacional de Conferencias en Investigación Contable, encuentro en el que se analizaron propuestas, puntos de vista y posibles soluciones, para hacerle frente a las problemáticas que enfrenta la práctica contable al día de hoy.
Invitados internacionales se hicieron presente en el Primer Ciclo Internacional de Conferencias en Investigación Contable, encuentro en el que se analizaron propuestas, puntos de vista y posibles soluciones, para hacerle frente a las problemáticas que enfrenta la práctica contable al día de hoy.
Las universidades Externado, Nacional, Javeriana y Los Andes realizaron el Primer Ciclo Internacional de Conferencias en Investigación Contable, encuentro que se caracterizó por una serie de jornadas académicas que incluyeron propuestas, análisis, visiones y soluciones multidisciplinares para entender y responder a las problemáticas que enfrenta la práctica contable hoy en día.
Shyam Sunder, docente de Yale University, fue el encargado de inaugurar este encuentro. Él centró su discurso en el riesgo e incertidumbre en el ámbito contable. De igual forma, en su intervención planteó una pregunta al tema: ¿qué se puede hacer para reducir el número de fallas y abusos en la contaduría y en la auditoría?
Para dar respuesta, se refirió a diferentes fuentes del problema a corto, mediano y largo plazo, partiendo de cómo se ejercía la profesión del contador en la década de los 80, los cambios que ha tenido el ejercicio a lo largo de los años y las consecuencias de estos en la información contable.
El tema principal fue el cambio extremo por el que atravesó la contaduría en cuanto a la regulación de su ejecución, ya que inicialmente la profesión, según Sunder, se regía por las normas de la sociedad, las cuales eran divulgadas verbalmente, mientras que actualmente, además de mantenerse dichas normas, la práctica se rige por reglas y estándares que están consignados en documentos que, aunque permiten una mejor divulgación, dan paso a nuevas preguntas.
“Debemos buscar el equilibro. Hay malas normas, pero las reglas no son la solución. Hay que encontrar una combinación para desarrollar ese equilibrio y si esto se logra, las normas y las reglas podrían ayudar a progresar en la dirección correcta y así tener un mejor sistema de contabilidad y auditoría en el mundo”, dijo Sunder en su intervención.
Maribel Albarracín, docente de contaduría pública de la Universidad Externado, por su parte aseguró que la contaduría actualmente se encuentra expuesta a una serie de eventos y situaciones, tanto internas como externas, que pueden vulnerar su efectividad.
«El rápido crecimiento de ciertos sectores, los tratados de libre comercio, la ubicación geografía, las redes sociales, los avances tecnológicos, entre otros, son factores determinantes de la sostenibilidad y éxito en los negocios», afirmó Albarracín.
Stephen B. Salter, profesor del departamento de contabilidad del Middle Tennessee Stade University, fue otro de los conferencistas internacionales que participó, y su intervención estuvo dirigida a la investigación comportamental aplicada a la disciplina contable, en la que explicó cómo las diferencias culturales pueden cambiar las dinámicas de la contabilidad.
La presentación de Salter se enfocó en distintos países del mundo como Colombia, China, Chile y Estados Unidos, exponiendo a través de diferentes comparaciones y ejemplos, el impacto de los valores culturales, principalmente del individualismo y colectivismo, en los procesos contables y cómo este factor es determinante para: la auditoría, los reportes financieros, los reportes de presupuesto, etc. De igual forma, dirigió una parte de su exposición a rescatar la importancia de generar mayor cantidad de estudios en investigación cultural contable en países latinoamericanos. “Para un país como Colombia es increíble estar comenzando a investigar en este momento”, afirmó.
Según él, que los procesos cambien dependiendo de la cultura de los países plantea un gran reto para la práctica contable. Los investigadores deben ser muy precisos cuando generan herramientas que permitan que la contabilidad y su estructura, tengan más oportunidad de ser aplicadas de forma similar en todos los países aunque existan diferencias culturales entre éstos.
«Un ejemplo de estos retos es en la auditoría donde hay distintas opiniones sobre la información. Los auditores de los diferentes países hacen distintos juicios con la misma información. Se supone que la auditoría siempre debería tener una sola respuesta a una misma pregunta”, afirmó Salter.