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Cuarta revolución industrial: ¿cómo prepararse para que su empleo no esté en peligro?

Desde el punto de vista de la OIT, las competencias de hoy no se ajustarán a los empleos del mañana, y los conocimientos adquiridos recientemente podrían volverse obsoletos con rapidez. Empresas deberán formar a su personal y orientarlo para que impulse sus capacidades de la mano de políticas estatales.

Fecha de publicación: 24 de junio de 2019
Cuarta revolución industrial: ¿cómo prepararse para que su empleo no esté en peligro?
Este artículo fue publicado hace más de un año, por lo que es importante prestar atención a la vigencia de sus referencias normativas.

Desde el punto de vista de la OIT, las competencias de hoy no se ajustarán a los empleos del mañana, y los conocimientos adquiridos recientemente podrían volverse obsoletos con rapidez. Empresas deberán formar a su personal y orientarlo para que impulse sus capacidades de la mano de políticas estatales.

El 19 de junio de 2019, durante la reunión del centenario de la Organización Internacional del Trabajo –OIT–, uno de los temas que se discutió fue la cuarta revolución industrial y el empleo, frente a lo que el presidente de Colombia, Iván Duque, quien asistió a este evento, dijo que “para nadie es una mentira que los momentos que vive hoy la humanidad, donde se habla de la cuarta revolución industrial, trae enormes retos para el futuro del trabajo”.

El presidente reiteró que en Colombia se quieren adoptar las mejores prácticas de empleo, y que a través del Plan Nacional de Desarrollo –PND– se buscará cerrar las brechas y alcanzar un mejor estado de desarrollo.

¿De qué forma la revolución 4.0 afectará el empleo?

Desde el punto de vista de la OIT, los cambios tecnológicos no impactarán de la misma forma a todos los trabajadores, ya que, si se trata de un profesional de menor cualificación, definitivamente habrá una enorme vulnerabilidad y será indispensable que los gobiernos e instituciones desarrollen medidas para atenderlos. Por su parte, quienes se desempeñen en puestos de mayor cualificación, como directores, gerentes e intelectuales que tengan educación universitaria podrán aprovechar mejor el cambio que se genere en el mercado laboral con la cuarta revolución.

La clave para afrontar lo anterior, según la OIT, está en que las empresas formen a su personal y lo orienten a impulsar sus capacidades. En este punto serán necesarias políticas de Estado e iniciativas públicas, en conjunto con el sector productivo y empresarial para atender la fuerza de trabajo.

Además, y debido a los cambios que se generarían por las nuevas tecnologías, la OIT recomienda el establecimiento de una garantía laboral universal que respete límites máximos de horas de trabajo, al igual que la protección en seguridad y salud.

“los trabajadores necesitan una mayor autonomía sobre su tiempo, para conciliar vida y trabajo; una propuesta que podría verse apoyada por la tecnología, luego de la creación de opciones de flexibilidad como el teletrabajo”

Para la OIT, los trabajadores necesitan una mayor autonomía sobre su tiempo, para conciliar vida y trabajo; una propuesta que podría verse apoyada por la tecnología, luego de la creación de opciones de flexibilidad como el teletrabajo. De igual forma, trabajadores y directivos podrán diseñar en conjunto los lineamientos de nuevos puestos de trabajo, adoptando un enfoque de inteligencia artificial bajo el control humano.

Moussa Oumarou, director general adjunto de programas exteriores y alianzas de la OIT, manifestó durante su intervención que “el progreso tecnológico, que incluye la inteligencia artificial, la automatización y la robótica, creará nuevos empleos, pero algunas personas tendrán que adaptarse, y corresponde actuar colectivamente a fin de garantizar que la red de seguridad social les permita gestionar esta transición eficazmente”.

Para Oumarou, las competencias de hoy no se ajustarán a los empleos del mañana, y los conocimientos adquiridos recientemente corren el riesgo de volverse obsoletos con rapidez. Uno de los problemas detectados por parte de la OIT es que existe un gran desfase entre las economías en desarrollo y de ingresos medios y las más desarrolladas, ya que, es evidente que en países como Alemania, por ejemplo, la digitalización está creando empleos, pero en América Latina su impacto es negativo.

Tecnología, ¿impacto positivo o negativo para el empleo?

Fedesarrollo, en su informe mensual del mercado laboral de abril de 2019, El futuro del trabajo y sus retos, analiza el tema y plantea cómo a lo largo de la historia los avances tecnológicos han cambiado las estructuras productivas. «Si bien es cierto que con estos cambios se pueden generar efectos negativos en el empleo de algunos sectores de la economía, el impacto ha tendido a ser positivo, mejorando los niveles de ingreso y calidad de vida», asegura la publicación.

La cuarta revolución industrial ha hecho que los procesos de cambio tecnológico pongan a prueba la capacidad de adaptación de los mercados laborales y marcos regulatorios. «La transformación productiva podría ser más problemática en economías emergentes, como Colombia, donde la informalidad laboral, las rígidas estructuras legales y las limitadas herramientas para una transición laboral generan grandes retos para adaptarse a las nuevas realidades», explica la entidad.

Datos indican que alrededor de 375 millones de personas, equivalentes al 14 % de la fuerza laboral mundial, están en riesgo de perder su actual empleo hacia el año 2030. Adicionalmente, el Banco Mundial estima que para 2019 entrarían en operación 1,4 millones de nuevos robots industriales, lo cual aumentaría el total mundial a 2,6 millones.

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