Este artículo fue publicado hace más de un año, por lo que es importante prestar atención a la vigencia de sus referencias normativas.
Tenga claras las diferencias entre los estándares –NIIF Plenas, NIIF para pymes, NIIF para microempresas–, la norma contable anterior y la norma fiscal. Se aconseja crear un código de cuentas o una metodología técnica contable donde la persona tenga el control de las diferencias.
Brevemente respondamos la siguiente inquietud. ¿Cuáles son las mejores prácticas para manejar información tendente a una efectiva conciliación entre información financiera bajo NIIF, norma local e información fiscal?
Las mejores prácticas apenas se están desarrollando porque estamos en período de convergencia. Hay países que llevan más años, pero no por esto significa que estén más avanzados.
Por ejemplo, bajo NIIF se va a reconocer el deterioro del valor de los activos. Y todos los activos, indistintamente de cómo se llamen tendrán que ser sometidos a la prueba del deterioro del valor, a menos que se midan al valor razonable.
Si se tienen en cartera todas las cuentas por cobrar, toda la cartera debe ser medida por deterioro. En la norma local solo se medía por deterioro las cuentas de clientes, también por disposiciones fiscales, y se hacía con base en unos parámetros establecidos por la legislación fiscal. En NIIF todas las cuentas por cobrar deben ser sometidas a la evaluación del deterioro del valor.
Si se tiene un crédito, un saldo por cobrarle a alguien, incluso un anticipo, lo que se debe hacer es tener un código de cuenta para reconocer dicho deterioro, para que se facilite el reconocimiento de esta partida y sus implicaciones en NIIF, pero no en norma local o fiscal.
Lo mejor entonces es contar con unas cuentas separadas y claramente identificadas, que permitan saber que hay una diferencia entre la información NIIF, local o fiscal. De esta manera será sencillo hacer la conciliación.
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