Debido al impacto del COVID-19 en la economía, al elaborar los estados financieros de 2020, las entidades podrían tener que contabilizar deterioros de sus activos.
Esto, porque la incertidumbre generada por el COVID-19 puede llevar a que su valor recuperable se encuentre por debajo de su valor en libros.
Debido al impacto del COVID-19 en la economía, al elaborar los estados financieros de 2020, las entidades podrían tener que contabilizar deterioros de sus activos.
Esto, porque la incertidumbre generada por el COVID-19 puede llevar a que su valor recuperable se encuentre por debajo de su valor en libros.
En este editorial explicamos cuáles son los impactos del COVID-19 en el cálculo del deterioro de las distintas partidas de los estados financieros:
Las entidades que han tenido dificultades con la realización de sus inventarios a causa de la caída en los precios de venta o por su baja rotación deben estar atentas a la necesidad de contabilizar pérdidas por deterioro al cierre contable que se efectúe por el período 2020.
Según el párrafo 27.2 del Estándar para Pymes, es obligatorio que cada entidad efectúe en cada fecha de cierre de sus estados financieros una prueba de deterioro del valor de sus inventarios.
Recordemos que las pérdidas por deterioro se producen cuando el valor neto de realización de los inventarios se encuentra por debajo de su valor en libros.
El valor neto de realización, a su vez, está conformado por el precio de venta estimado del inventario menos los costos de terminación y venta.
La pandemia también podría ocasionar que muchos de los clientes de una entidad no cuenten con los recursos necesarios para responder, oportunamente, por sus obligaciones.
Al final del ejercicio contable 2020, cada entidad deberá evaluar si existen indicadores de deterioro sobre los saldos de sus cuentas por cobrar, tales como:
En los casos en que se concluya que exista evidencia objetiva de deterioro se deberá contabilizar una pérdida por deterioro en el estado de resultados.
Según el párrafo 27.5 del Estándar para Pymes, existe deterioro en el valor de un activo distinto de los inventarios (por ejemplo, la propiedad, planta y equipo, los intangibles o las propiedades de inversión medidas al modelo del costo) cuando su valor en libros excede su importe recuperable.
Si bien en el caso de los inventarios es obligatorio evaluar su posible deterioro en la fecha de cada cierre contable, en lo que respecta al resto de los activos esto solo será obligatorio cuando existan indicios que lleven a pensar a la entidad que, efectivamente, sus activos se encuentran deteriorados.
Con ocasión de la pandemia del COVID-19 pueden haberse incrementado las posibilidades de que exista deterioro en el valor de los activos de una entidad, especialmente, como consecuencia de los cambios en los flujos de efectivo que se espera que generen o por cambios en la forma en que se están usando o se piensan usar.
Por lo anterior, será necesario que cada entidad evalúe si al final del ejercicio 2020 deberá reconocer pérdidas por concepto de deterioro en el valor de sus activos.
Los siguientes son los pasos que deben seguirse para evaluar el deterioro de un activo:
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