Los Estándares Internacionales requieren que la entidad evalúe la recuperabilidad de sus activos. El cálculo del deterioro del valor de los inventarios es una de las medidas a adoptar por parte de las entidades para evitar la sobrevaloración de este tipo de activos.
Los Estándares Internacionales requieren que la entidad evalúe la recuperabilidad de sus activos. El cálculo del deterioro del valor de los inventarios es una de las medidas a adoptar por parte de las entidades para evitar la sobrevaloración de este tipo de activos.
Los inventarios son activos que se mantienen con el propósito de ser vendidos, transformados en otros activos, en forma de materiales o suministros que serán consumidos en el proceso de producción de bienes o prestación de servicios, es decir, una entidad adquiere los inventarios con el objeto de obtener ganancias en el momento de su venta (o de la venta del producto resultante).
Al respecto, el párrafo 2.9 de la norma para Pymes establece el principio de prudencia, el cual expresa lo siguiente:
“(…) prudencia es la inclusión de un cierto grado de precaución al realizar los juicios necesarios para efectuar las estimaciones requeridas bajo condiciones de incertidumbre, de forma que los activos o los ingresos no se expresen en exceso y que los pasivos o los gastos no se expresen en defecto. (…)”
Para cumplir este objetivo, la sección 27 establece los requerimientos sobre el deterioro del valor de los activos.
En cuanto a los inventarios, la norma requiere que las entidades evalúen el deterioro del valor de los activos al cierre de cada período, mientras que para otras partidas de activos este análisis es requerido solamente si existen indicios de deterioro.
El deterioro del valor de los inventarios se puede presentar por diversas causas, tales como daño físico, obsolescencia, baja rotación, bajas en el precio de venta, entre otros. Sin embargo, también es posible que los costos de terminación y venta de los inventarios hagan que su costo supere el valor por el cual se pueden vender. Por lo anterior, [pq]la evaluación del deterioro del valor debe realizarse para cada una de las partidas de inventario, es decir, uno a uno, a menos que sea impracticable hacerlo[/pq]. Y, cuando sea impracticable calcular el deterioro del valor de cada uno de los ítems de inventario, la entidad puede agruparlos, de acuerdo con características comunes, a fin de evaluar el deterioro de grupos de partidas. La agrupación se puede realizar para activos de la misma naturaleza, uso similar, destino final, ubicación geográfica, lugar de comercialización, entre otros factores de agrupación.
En las siguientes líneas plantearemos algunos ejemplos con el fin de ilustrar mejor el punto que venimos tratando.
Caso 1
Si un comercializador de autopartes tiene dentro de sus inventarios 20 ejes para Nissan Sentra modelo 2000 al 2015, de los cuales cada uno costó $100.000 y el precio de venta en mostrador es de $150.000 por cada eje. ¿Este inventario se encuentra deteriorado?
En condiciones normales, este inventario no se encuentra deteriorado, pues se espera que al momento de venderlo se obtenga un valor que permita recuperar el valor en libros en la fecha de medición.
Si la entidad estima que el inventario no podrá ser vendido, o su comercialización es difícil, debe reconocer deterioro de valor por baja rotación.
Caso 2
Con los mismos datos del caso 1, suponga que los vehículos Nissan Sentra dejaron de ser producidos por la fábrica, y ya no serán comercializados.
Adicionalmente, se encontró un defecto de fabricación en este tipo de vehículos, lo cual generó que la mayoría de vehículos de esa referencia hayan sido chatarrizados, y existen muy pocos en circulación.
[pq]En este caso, es poco probable que la entidad pueda realizar el valor en libros de los inventarios, por lo cual debe reconocer el deterioro del valor de los mismos.[/pq]
Caso 3
Si una entidad tiene inventarios de materia prima con un valor en libros de $100.000.000 con los cuales se pueden fabricar productos cuyo costo de ventas es de $140.000.000, pero para llevar a cabo el proceso de fabricación, debe incurrir en costos de mano de obra por $15.000.000, costos indirectos de fabricación –CIF– por $10.000.000 millones y pagar una comisión del 10 % a los intermediarios y los costos de los fletes se estiman en $5.000.000. ¿En cuánto podemos decir que este inventario se encuentra deteriorado?
Para calcular el deterioro del valor, la entidad debe calcular el precio de venta estimado menos los costos de terminación y venta, así:
Precio de venta estimado |
$ 140.000.000 |
Costos de terminación |
($ 25.000.000) |
Costos de venta |
($ 14.000.000) |
Fletes |
($ 5.000.000) |
Precio de venta menos costos de terminación y venta: |
$ 96.000.000 |
Valor en libros |
$ 100.000.000 |
Deterioro del valor |
$ 4.000.000 |
La entidad debe reconocer el deterioro del valor de los inventarios por $4.000.000. Este valor se puede reconocer en una cuenta auxiliar denominada Deterioro del valor de los inventarios, dentro de la cuenta de inventarios, con naturaleza crédito. La contrapartida debe ser una cuenta de gastos en el estado de resultados.
CP. Juan David Maya Herrera
Consultor de Estándares Internacionales de Información Financiera
Certificación Internacional por el ICAEW en IFRS Full (NIIF Plenas)
*Exclusivo para Actualícese