Jersson Rodríguez indica que la Dian está en una delgada línea entre la agilidad de la devolución y la rigurosidad de asegurar que se realice con seguridad.
Juan Oviedo dice que hay hogares que reciben más de un subsidio y el monto puede llegar al millón de pesos, lo que es una mala distribución.
Jersson Rodríguez indica que la Dian está en una delgada línea entre la agilidad de la devolución y la rigurosidad de asegurar que se realice con seguridad.
Juan Oviedo dice que hay hogares que reciben más de un subsidio y el monto puede llegar al millón de pesos, lo que es una mala distribución.
Una de las primeras medidas que tomó el Gobierno nacional a raíz de la pandemia fue la devolución del IVA para los hogares más necesitados. ¿Pero estos recursos han llegado a manos de todos los que realmente lo necesitan?
Jersson Oswaldo Rodríguez, magíster en Administración de Empresas de la Universidad Nacional de Colombia, especialista en Finanzas con énfasis en Evaluación de Proyectos, explica que la idea de la devolución del IVA, una de las primeras que se tomó cuando comenzó la pandemia, era entregarle un sustento a alrededor de 4 millones de personas en condiciones socioeconómicas vulnerables, lo que equivale a cerca de 4 billones de pesos.
«Si bien desde un inicio se sabía que no iba a ser una tarea fácil, mucho menos lo fue al correr contra reloj por los estragos de la pandemia. Esto ha hecho que la Dian tenga que estar en una línea muy delgada entre la agilidad para realizar la devolución y la rigurosidad para asegurar que se realice con todos los parámetros de seguridad y confianza necesarios para un tipo de acción como esta», afirma.
Frente al proceso de selección de beneficiarios, el cual se da por el cruce de diferentes fuentes de información de entidades estatales, esto refuerza la necesidad de contar con sistemas informáticos robustos, que permitan dar completa tranquilidad a la sociedad de que el proceso se está haciendo con total transparencia.
Frente a las enseñanzas tributarias que ha dejado la pandemia, para él se hace más evidente la desigualdad económica del país.
«Mientras una parte de la sociedad puede quedarse en casa con sus familias, hay un lado opuesto en el que la subsistencia depende del día a día y en el cual la cuarentena no es una opción», dice.
Rodríguez explica que, a nivel empresarial, las perspectivas económicas de Colombia son críticas; según la CEPAL, se espera que en el país se produzca el cierre de alrededor de 140.000 empresas, lo cual ya se está viendo reflejado en los índices de desempleo.
«Esto llevará a que el Gobierno tenga que realizar maniobras arriesgadas en el segundo semestre para reactivar la economía, cuidando no sobreendeudarse», advierte.
Juan David Oviedo, asesor de finanzas públicas del Observatorio Fiscal de la Pontificia Universidad Javeriana se muestra crítico frente a la devolución del IVA.
Aclara que esta no fue una política que se vino a conocer de la mano de la pandemia. Se planteó en la pasada reforma tributaria y no fue una idea del Gobierno nacional. «El Gobierno solamente aceleró su implementación», dice.
Oviedo explica que la propuesta inicial era devolverles el IVA a las personas más pobres, y por definición esta población está entre los 18 y los 100 años.
Sin embargo, la condicionaron a través de programas como Familias en Acción y Colombia Mayor, los cuales están focalizados para algunos hogares específicos y tienen condiciones para acceder a estos subsidios.
«En ese orden de ideas, la implementación efectiva de la política de devolución del IVA les está dando un doble subsidio a personas que ya vienen recibiendo un subsidio y está ignorando a las personas más pobres que están en los rangos de edad menores de Colombia Mayor hacia abajo, y que no tengan un hogar constituido por personas en edad escolar, lo que significa un contrasentido, por el cual la propuesta fue creada», critica Oviedo.
Como conclusión, si al dinero que se entrega en programas como Familias en Acción y Colombia Mayor se le suma la devolución del IVA, es posible que algunos hogares estén recibiendo triple transferencia del Gobierno nacional.
«La directora de Prosperidad Social, Susana Correa, reconoció en una entrevista que un hogar podría llegar a recibir incluso hasta un millón de pesos, mientras otros no han recibido un solo peso», asegura Oviedo.