La demanda y la denuncia son 2 figuras jurídicas diferentes entre sí que deben ser ejecutadas por el interesado y puestas en conocimiento de la autoridad competente.
La denuncia es un término usado al momento de conocer la comisión de un delito o de ser víctima de uno, ya sea un homicidio, falsedad, extorsión, lesiones personales, amenazas, tentativa de homicidio, acceso carnal violento, actos sexuales abusivos, trata de personas, hurto, estafa, falsificación de moneda, terrorismo, secuestro o cualquier otra clase de delito. Todo ciudadano está en la obligación de presentarse ante las autoridades competentes con el fin de formular la denuncia penal.
Este término aplica para procesos penales y se interpone ante la autoridad judicial competente, pues se origina por la comisión de delito de orden penal o de la violación de una ley que ponga en peligro o vulnere un derecho o bien protegido. Lo que se busca con ella es poner en conocimiento a una autoridad de la materialización de un delito para que esta, en nombre del Estado, investigue y sancione como sea determinado por las leyes vigentes.
La demanda, por su parte, se interpone ante un Juez de la Republica y se emplea para solicitar un derecho que a consideración del peticionario le corresponde. Para ser presentada se necesita cumplir con los requisitos del artículo 82 del Código General del Proceso –CGP–: