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Educación financiera para niños y adolescentes, el verdadero reto del sector financiero nacional

Aunque las pruebas Pisa ya no evalúan conocimientos de ciencias económicas y finanzas, los resultados de 2012 dejaron muy mal parado al país con sus resultados. Al no contar con una medición al respecto, las entidades financieras se la han venido jugando con programas de educación en el tema.

Fecha de publicación: 25 de abril de 2019
Educación financiera para niños y adolescentes, el verdadero reto del sector financiero nacional
Este artículo fue publicado hace más de un año, por lo que es importante prestar atención a la vigencia de sus referencias normativas.

Aunque las pruebas Pisa ya no evalúan conocimientos de ciencias económicas y finanzas, los resultados de 2012 dejaron muy mal parado al país con sus resultados. Al no contar con una medición al respecto, las entidades financieras se la han venido jugando con programas de educación en el tema.

Durante la edición 53 de la Convención Bancaria de Asobancaria, realizada el 23 y 24 de agosto de 2018, uno de los temas que se tocó fue la educación financiera. Santiago Castro, director de la entidad aseguró en su momento que esta ha sido promotora de la creación y funcionamiento de programas de educación económica y financiera, para fomentar la cultura del ahorro y las decisiones financieras acertadas. Sin embargo, los resultados en las pruebas Pisa 2012, que evaluaron el módulo de educación financiera, ubicaron al país en las últimas posiciones.

Como lo publicó la revista Semana en 2016, «la media de los niños en Shanghái, el primero en la lista, casi dobló el promedio nacional. Muy pocos jóvenes en Colombia fueron capaces de analizar los costos de las transacciones y de hacer un balance de extractos bancarios después de descontar el valor de las transferencias».

A los estudiantes también les costó trabajo diferenciar entre necesidades económicas y deseos; como mucho tomaron “decisiones sencillas sobre gastos rutinarios, reconocieron la función de una factura, y realizaron operaciones numéricas básicas (sumas, restas o multiplicaciones)” según la evaluación realizada por la OCDE de estas pruebas.

Los resultados dejaron ver que estudiantes de economía y finanzas tienen debilidades en “el conocimiento de productos básicos de ahorro y crédito, así como en la comparación de las tasas de interés y sobre el valor del dinero en el tiempo”. La muestra proviene de estudiantes de ciencias económicas y finanzas, quienes deberían tener una formación más sólida.

“lo que hace que se aumente la incertidumbre alrededor de este tema, al no poder establecer si con el paso de los años se ha mejorado o no en el tema”

Lo malo de toda la descripción anterior es que se optó por eliminar este ítem de evaluación, «limitándonos la posibilidad de tener una medición que nos permita gestionar nuestro avance en esta materia», explica Castro, lo que hace que se aumente la incertidumbre alrededor de este tema, al no poder establecer si con el paso de los años se ha mejorado o no en el tema.

¿Qué están haciendo las entidades financieras al respecto?

María Fernanda Escobar, gerente de mercadeo del Banco W dice en La República que la educación financiera es el proceso por el cual los consumidores financieros mejoran su entendimiento de los productos, conceptos y riesgos, permitiendo desarrollar las habilidades y la confianza para realizar elecciones informadas o adoptar acciones efectivas que mejoren su bienestar.

«Cuando no hay un claro entendimiento sobre el funcionamiento de los productos y servicios financieros se puede incurrir en costos y riesgos excesivos e innecesarios, que pueden llevar a la pérdida del capital o de los ahorros. Igualmente, puede llevar a generar sobrendeudamiento, y con ello el incumplimiento de obligaciones financieras y reporte en centrales, lo que finalmente termina excluyendo del sistema financiero a las personas, dejándolas a merced de los mecanismos de crédito informal», advierte ella.

Desde 2015 la Fundación WWB Colombia y el Banco W forman a todos los colaboradores del banco en educación financiera, a través del taller Manejo exitoso del dinero, el cual permite desarrollar habilidades financieras para la toma adecuada de decisiones, fomentar el ahorro, elaborar un presupuesto, construir un proyecto de vida familiar y personal con base en los ingresos recibidos, identificar los tipos de préstamos, decidir los destinos apropiados de un crédito y los costos asociados a cada uno de ellos.

El Banco de Bogotá, por ejemplo, desde 2011 comenzó a desarrollar su programa Educación financiera para la vida, con el cual ha llegado a más de 120.000 personas en más de 400 municipios, de forma presencial. La entidad cuenta, para este año, con un aula interactiva, un bus con un alto componente digital para educar a los niños, jóvenes, adultos y microempresarios en temas financieros.

“Continuamos enseñando buenas prácticas en materia de educación financiera a todo tipo de población, con el fin de promover la toma de decisiones financieras responsables e informadas. Por ejemplo, en los módulos diseñados para niños les ayudamos a entender de dónde sale el dinero, cómo se gasta, qué antojos se pueden reducir para ahorrar; en los jóvenes se refuerza la importancia de la planeación de largo plazo para adquirir activos, la importancia del ahorro, la búsqueda de nuevas fuentes de ingresos y, en general, el equilibrio entre el ahorro y el gasto; en los módulos de adultos se profundiza en el endeudamiento responsable y en ajustar los gastos a los ingresos percibidos», explica María Claudia Zafra, gerente de responsabilidad social corporativa de la entidad bancaria.

Bancamía, por su parte, cuenta con el programa de educación financiera Echemos Números, con el cual brinda a las personas herramientas encaminadas a generar habilidades que les permitan mejorar el manejo de sus finanzas personales y del negocio, así como facilitar la toma de decisiones informadas y autónomas relacionadas con el uso de los productos y servicios financieros.

“Uno de los diferenciales de nuestro programa de educación financiera es que no solo ofrecemos estas capacitaciones a clientes; también invitamos a la comunidad entera de las poblaciones donde hacemos presencia, para que asistan a los talleres que realizamos con nuestros colaboradores de las 199 oficinas que tenemos en el 91 % de los departamentos del país”, dice Miguel Ángel Charria, presidente ejecutivo de Bancamía.

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