Este artículo fue publicado hace más de un año, por lo que es importante prestar atención a la vigencia de sus referencias normativas.

El Contador. Profesión, pasión, misión, sacrificio, visión o ingenuidad – Jose Felipe Trejos


Se dice que la contabilidad es una ciencia, y si esto lo aplicáramos a quienes ejercemos la  actividad de  la contabilidad en todos sus géneros, deberíamos ser catalogados como científicos, no, no, tampoco lo pretendemos ni lo buscamos, solo ejercemos con dignidad la contaduría, y nuestro modo de vida.

Cuando escogimos la contaduría como nuestro modo de vida, y en nuestra vida estudiantil escuchamos a nuestros antepasados,  comprometiéndonos silenciosamente, preservar el legado de nuestros ancestros como deber moral primando la: rectitud, la ética, la honestidad y la discreción en todos los actos y valores que nos confíen,  guardando siempre el secreto del confesor, la ética del médico y la lealtad del  abogado,  en la  responsable  misión de contribuir y orientar a las personas y entidades en nuestra función contable y tributaria dentro de los parámetros de la ley, obrando con equidad, confiabilidad y justicia, sin detrimento de su patrimonio económico y moral.

El contador es el puente de unión y comunicación entre los asociados y sus empresas donde prevalezca la ecuanimidad de nuestras acciones y actuaciones  en forma fidedigna, siendo: la veracidad, la claridad y la reserva, el estandarte que orgullosamente mostraremos a nuestros consultores y amigos.

Esta filosofía del contador, no la tiene ninguna otra profesión, quienes optaron por otra profesión menos preciando la contaduría, se han olvidado de hacer desarrollar sus aptitudes, generando inseguridad y exigiendo que ellos también son dignos de ser humgidos con   la certificación de fe pública que nos otorgo la sociedad, segura que en la contaduría  quienes la ejercen,  reúnen las mejores cualidad de todo ser humano.

La rama de la contaduría, es la única profesión o actividad acechada por  profesiones de mayor renombre, destacadas, combativas, aguerridas, o podríamos  manifestar  mas  recelosas,  por ser el contador en nombre de la nación y de la institución mercantil, y oficial, portador de  fe pública, la que fue otorgada y no será otorgado por capricho, por presiones, esta fe pública fue otorgado por lo que encarna la contaduría.

Quien quiera ser contador debe sentir en su ser la cualidades que exije nuestra profesión, que no se gana en los estrados o diríamos otorgar este privilegio de vida a todas las actividades que estas en deber de ser también cobijadas.

Jairo Trejos Arroyave.
Email: pipetrejos@yahoo.com

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