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El engaño a un contador que reconoció ciertas erogaciones como gastos

En nuestra realidad, al profesional contable lo tendrán por cómplice hasta que demuestre lo contrario.

Además de desconocer el principio de inocencia, las autoridades tampoco respetan la norma que establece que a ellas corresponde la carga de la prueba.

Fecha de publicación: 25 de febrero de 2020
El engaño a un contador que reconoció ciertas erogaciones como gastos
Este artículo fue publicado hace más de un año, por lo que es importante prestar atención a la vigencia de sus referencias normativas.

Dos días atrás se divulgó que:

United States Attorney Matthew D. Krueger of the Eastern District of Wisconsin announced that on February 10, 2020, the Honorable Lynn Adelman sentenced Tedmund Blankschein (age: 51) to 15 months imprisonment followed by three years of supervised release for conspiracy to commit tax fraud. Blankschein was also ordered to pay $5.4 million in restitution to the IRS, joint and several with his co-conspirator, Albert Golant, aka «Alex Golant.» ―Blankschein previously plead guilty to conspiring to defraud the United States by impeding the Internal Revenue Service in connection with his and Albert Golant’s luxury vehicle brokerage businesses, WI Automotive T.R.U.S.T.; Lease, Registration, and Consulting LLC; and DOT Automotive of WI LLC, from at least May 2013 to May 2017. Blankschein and Golant were in the business of purchasing luxury vehicles in the United States and selling them at a substantial profit to overseas buyers, typically in China. ―Both Blankschein and Golant had control over multiple business and personal bank accounts they used to divert corporate receipts which were supposed to be used to purchase specific luxury vehicles. Blankschein and Golant used the diverted funds to gamble and to purchase personal items such as expensive jewelry, which they concealed from their accountant. Instead, Golant falsely told the accountant that the funds were used to purchase luxury vehicles and should be deducted as expenses on their tax returns. As a result, the tax returns prepared by their accountant substantially overstated business expenses and underreported income by more than $12 million, generating a tax loss to the United States of more than $5.4 million”.

El caso se parece mucho a varios sucedidos en Colombia, donde todavía estamos discutiendo sobre la procedencia de la responsabilidad penal. Aunque a algunos nos parece que en las declaraciones hay que decir la verdad para no incurrir en falsedad documental, muchos han sostenido lo contrario y nuestro legislador ha resuelto establecer penas para delitos mayores, lo que implica un camino para que los delincuentes se protejan. Con todo, las noticias nos hacen pensar que pronto habrá una mayor legislación penal tributaria. Esto enfrentará una gran resistencia de muchos contribuyentes y de prácticamente todos los asesores, pues varios de ellos suelen transitar por líneas grises.

El caso incluye el engaño a un contador que reconoció ciertas erogaciones como gastos. Esto también sucede en Colombia. En nuestra realidad, al profesional lo tendrán por cómplice hasta que demuestre lo contrario. Además de desconocer el principio de inocencia, las autoridades tampoco respetan la norma que establece que a ellas corresponde la carga de la prueba. Si así fuera, varios contadores podrían estar tranquilos por haber obrado debidamente. Los costos de soportar la multiplicidad de procesos, penal, disciplinario, contravencional, son un castigo para los malos y una injusticia para los buenos. Como se sabe, los papeles de trabajo son el arma de defensa principal de los contables.

Hernando Bermúdez Gómez
Editor Contrapartida, Novitas, Registro Contable, Vademécum
Tomado de Contrapartida – De Computationis Jure Opiniones
Número 4867, febrero 17 de 2020