Este artículo fue publicado hace más de un año, por lo que es importante prestar atención a la vigencia de sus referencias normativas.

El Tsunami y el TsuGadafi – Daniel Olaya


Estos dos términos que debemos incluir en la jerga económica actual, tienen unas connotaciones muy especiales en el momento de referirnos a cada uno de ellos.  El primero de ellos (Tsunami) hace referencia a un fenómeno natural como consecuencia de movimientos de la tierra y el cual deja a su paso escenas devastadoras.  El más reciente de ellos, ocurrido el pasado 11 de marzo a la tercera potencia económica mundial, es decir, Japón; arrastró todo lo que encontró a su paso, dejando: soledad, tristeza, muerte, destrucción y un latente problema mundial como es la contaminación nuclear.  La cultura nipona ha demostrado una vez más al mundo entero, su sentido de organización, su percepción de la realidad, el sentido de solidaridad y lo más importante, la visión de transformar las amenazas y cosas negativas en oportunidades y aspectos positivos para provecho de toda una comunidad.  Pues como lo muestra la historia, después de la bomba de Hiroshima y Nagasaki, esta cultura al igual que el Ave Fénix, se levantó de entre las cenizas, se reconstruyó, pero con una gran cualidad, siendo mejor que antes.  Analizando las variables económicas actuales de la cultura nipona, no me cabe la menor duda que después de esta situación adversa que están manejando, mostrarán un desarrollo holístico mejorado para beneficio propio y del mundo en general.

Nuestro segundo nuevo término en la jerga económica, el cual he autodenominado “TsuGadafi”, lo defino como un fenómeno que deja a su paso escenas devastadoras.  Alguien dirá, pero son iguales estos dos fenómenos.  La respuesta tajante es un NO, ya que el primero es obra de la naturaleza y el segundo es obra de un hombre, quien lleva en el poder más de treinta años, en un país rico en petróleo, con ingreso de divisas abundante y el cual no ha mostrado ningún tipo de desarrollo para su gente.  Este país ubicado en el norte de África a orillas del Mar Mediterráneo es, Libia; país que por su potencia en el negocio de hidrocarburos puede determinar en un momento dado el precio a nivel mundial del petróleo.  Situación que desde el punto de vista económico, estaría afectando las bolsas de valores de todo el mundo y los precios internos de las diferentes economías.  Este fenómeno denominado TsuGadafi, también arrastra todo lo que encuentra a su paso, dejando: soledad, tristeza, muerte, destrucción y un latente problema mundial como es la guerra por el oro negro, dinamismo de la economía mundial.

Analizando los costos económicos en cada uno de estos fenómenos, nos encontramos con interrogantes como: ¿Cuánto vale cada uno, de los más de cien misiles disparados desde el Mar Mediterráneo hacia Trípoli? ¿Cuántos galones de combustible están consumiendo los bombarderos enviados a Libia para contrarrestar al Coronel Gadafi? ¿Será que estos costos consumidos en estas acciones, son viables de utilizar en otras actividades de mayor altruismo; como por ejemplo en salud, alimentación, vivienda, educación que son requeridos en las consecuencias del fenómeno natural?

Autor:

Daniel Olaya
Doctor en Economía
Financiera y Contabilidad
Consultor Financiero
daniel_olaya@hotmail.com

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