Así lo revela un estudio del Banco de la República, lo que resulta ser un punto de vista diferente al de los gremios de empresarios que se quejan por las altas cargas impositivas con las cuales deben cumplir. El análisis compara la tributación desde tres puntos: trabajo, consumo y capital.
Así lo revela un estudio del Banco de la República, lo que resulta ser un punto de vista diferente al de los gremios de empresarios que se quejan por las altas cargas impositivas con las cuales deben cumplir. El análisis compara la tributación desde tres puntos: trabajo, consumo y capital.
El Banco de la República, a través de un estudio, reveló que hasta el 2015 el trabajo fue la principal fuente de ingresos por impuestos para el Gobierno. Hernán Rincón y Martha Elena Delgado, autores de este, presentaron cómo, en un promedio de cerca de 21 años, los colombianos resultaron con una carga tributaria más alta que las empresas.
El par de economistas compararon la tributación efectiva de las empresas frente a la de las personas en tres puntos: trabajo, consumo y capital. Entre 1994 y 2016 la carga impositiva para el consumo fue de 10,7 %, para el trabajo de 18,6 % y para el capital 15,4 %. Sin embargo, para 2016 las cargas sufrieron modificaciones y los promedios fueron 11,2 % para consumo, 20,8 % para trabajo y 21,4 % para el capital.
En el caso del trabajo, la carga sobre los salarios es de 2,2 % en promedio, pero las contribuciones sobre la nómina representan una carga adicional importante sobre el trabajo pese a los alivios que se otorgaron gracias a la reforma tributaria de 2012.
Para el punto del capital, para los hogares la carga impositiva fue de 6,2 % para el 2016, mientras que para las empresas alcanzó 31,1 %. Para este ítem existe una amplia brecha entre la tasa nominal y la tasa real de tributación, dadas las exenciones y beneficios que otorga el Estatuto Tributario.
Como lo publica Portafolio, según el estudio, “existen cuantiosos gastos de consumo e ingresos del trabajo y capital en la economía que no pagan impuestos, o pagan menos que lo que deben de acuerdo con la normatividad”, debido a tres cosas: tienen beneficios tributarios, y hay altos índices de elusión y evasión.
Los tres conceptos generan un efecto colateral y las tasas de tributación nominales, que son las que normalmente se conocen, no miden la realidad del sistema impositivo colombiano, llevando a que la elusión y evasión sean cada vez mayores.
La recomendación de los economistas es que si los próximos gobiernos logran reducir estos flagelos, las tasas nominales “reflejarán ciertamente la carga tributaria sobre el consumo, el trabajo y el capital, y además existiría un gran espacio para aumentar la recaudación”, dice el estudio.
Para la Asociación Nacional de Empresarios de Colombia –Andi–, el sistema tributario del país debe ser visto como un elemento clave para lograr mayor competitividad. Bruce Mac Master, presidente de la entidad, ha señalado en varias ocasiones que Colombia tiene una de las tributaciones más altas del mundo y del continente: las empresas pagan casi el 70 % de sus utilidades en impuestos al Estado.
“El último desafío pasa por generar un ecosistema adecuado que promueva la inversión y el emprendimiento, donde instalar y formalizar una empresa sea una tarea sencilla con un sistema tributario amable. Este sería uno de los componentes en pro de lograr una Colombia como potencia en innovación”, afirmó el presidente de la agremiación.